Según los lugareños realizaron varios reclamos a la empresa distribuidora de la energía eléctrica pero desde Edesur le informaron que no había ninguna anormalidad en la red. Sin embargo, los problemas continúan y traen muchas consecuencias a la vida cotidiana de los pobladores.
«En lo que va del mes de marzo es el quinto corte de luz – señaló una de las damnificadas- y la mayoría de las interrupciones no duran menos de 24 o 48 horas. A nosotros nos afecta particularmente porque tenemos una cochera subterránea y el auto se sube con una rampa. Por lo tanto cuando no hay luz no hay forma de sacar el auto por el peso que tiene. Esto se torna una situación complicada porque a veces te levantas y no podes disponer del auto para ir a trabajar o para hacer compras. Es un trastorno gravísimo».
«Y en estos momentos de cuarentena también sufrimos consecuencias, porque ni siquiera tenemos la posibilidad de llamar un remis porque no hay. La verdad no sabemos ya a quien recurrir. En mi caso particular soy responsable de mis padres por ser quien vive más cerca de ellos, que están en Quilmes. Si no tengo auto no puedo ayudarlos. No puedo salir porque caminando no llego» precisó una joven que también sufre los constantes cortes de luz que abarcan a un edificio con varios departamentos habitados.
Otro problema es que también tienen miedo de abastecerse con mercadería. «Nos ha pasado de tener dos cortes de 48 horas, muy seguidos y los que teníamos comida en el freezer la perdimos. Se cortó la cadena de frío y hubo que tirar todo. No es lógico que por la desidia de parte de EDESUR tengamos que estar soportando todo esto. Alguien debería hacerse cargo finalmente y buscar el problema. Si es por alguna mala conexión o una distribución deficiente en la zona, nosotros lo desconocemos. Lo que si necesitamos que alguien se responsabilice por todos los daños que estamos teniendo, y los cortes son cada vez más seguidos» señaló otra vecina preocupada por la situación.
«La luz es un bien primario en estos momentos, porque nos permite guardar la cuarentena, estar básicamente comunicados y abastecernos con alimentos para los días que se vienen. Pero no muchos se quieren arriesgar. Por eso consideramos que hoy más que nunca alguien tiene que tomar cartas en el asunto. Somos muchos los que estamos soportando esto. Hay barrios donde les llega un aviso de parte de la empresa cada vez que hay un corte, pero acá nunca tuvimos ningún aviso previo de todas las interrupciones que tuvimos, siempre se hace en forma intempestiva y luego cuando queremos reclamar no hay respuestas. En más, en muchas oportunidades, como generalmente es un contestador el que toma el reclamo, cuando pasas el número de cliente, que te piden para poder atenderte, te dicen que el problema esta solucionado cuando en realidad no tenemos suministro. Y eso nos impide seguir haciendo el pedido de reparación. Es una locura», planteó otra mujer atribulada por la situación que les toca vivir desde hace varios meses.
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