At bagon.is you can Buy webshells, phpmailer, Combo list
Largas filas de jubilados en plena cuarentena | lapalabradeberazategui.com.ar

Las largas colas del Banco Supervielle es una noticia que se repite año tras año y parece no tener respuestas, ya que en varias oportunidades La Palabra se ha hecho eco de esta problemática que aqueja especialmente a jubilados que hoy tuvieron que esperar varias horas parados para lograr ingresar al banco Supervielle. Sin embargo, en esta ocasión la espera se vuelve una situación de latente contagio del COVID-19.

Las autoridades parecen no haber prevenido dicha situación, ya que según nos contaron los usuarios del banco, la entidad habría emitido «una carta» para que el propio jubilado se acerque a la sucursal. Según el subgerente de la entidad mencionó que dicha carta fue un aviso, pero que » siempre se les brindó las posibilidades de utilizar la tarjeta para el cobro». Asimismo, para otros trámites brindaron un teléfono y una página online. Sistemas que a los jubilados les costó mucho ingresar.

Esta fecha de cobro fue un total caos en varias entidades bancarias, pero en Supervielle la situación fue más que crítica, porque se registró cientos de abuelos, que no respetaban el distanciamiento necesario para prevenir la transmisión del COVID-19. Además, hubo demoras de muchas horas, y se expuso sin ninguna contención a las personas de tercera edad, pertenecientes a la población en riesgo.

Algunos de los jubilados cuestionaron la falta de personal para la atención » no nos cuida nadie y necesitamos la plata», lanzó un usuario de banco. Otra abuela agregó: » Debería agilizar todo esto y cuidarnos más.  No puede ser que por cobrar esto tengamos que estar más dos horas esperando, afuera, en la calle; así nos tratan”.

Para acelerar el cobro, muchos jubilados se acercaron aproximadamente a las 6 de la mañana, lo que la espera para retirar el dinero, se hizo eterna. No se priorizó a los abuelos con discapacidad, ni aquellos que planteaban a la entidad ser diabéticos o tener problemas cardiacos.

Lo que sí se logró hacer fue respetar la restricción de personas dentro de la entidad, también, la desinfección en los cajeros y un personal de seguridad que repartía números y dejaba ingresar de a tres personas. Sin embargo, la organización no fue suficiente, porque no hubo reparo para ayudar a los abuelos a realizar el trámite, ni hubo las indicaciones para que se acercará algún apoderado, ni la facilidad de acercar algún cajero móvil, en estos tiempos de emergencia sanitaria, donde debe primar la solidaridad.

A esto hay que sumarle el reclamo constante de los usuarios que manifiestan una mala atención por parte del personal de la sucursal, quien evidentemente no da abasto para la cantidad de demanda que reciben por día y en particular en las fechas de cobro. También, los usuarios cuestionan que no hay un control de Anses en las entidades privadas, ya que en su mayoría los problemas se traducen en lugares privados, donde no se brinda la importancia del cuidado de los adultos mayores.

Etiquetas

Hacé tu comentario

Por si acaso, tu email no se mostrará ;)