«En dos años nunca tuvimos un repunte, el consumo cayó y no se logró recuperar; la gente reemplazó la carne por pollo. Hay cortes que dejamos de pedir porque las personas no lo comen más. Ojo, no por un tema que no les guste, sino por un tema de que no tiene plata en los bolsillos», dijo Leonardo de » Carnicería Leo».
Asimismo, el comerciante de carne mencionó que, a raíz de la crisis, los vecinos cambiaron los hábitos de consumo y que ellos se adaptaron a vender esos alimentos. «En los últimos años terminé siendo más una pollería que una carnicería, comercializo una gran cantidad de pollos y huevos. Además, hago medallones, patitas y milanesas. El fin es poder ganar dinero».
Y continuó: «Es una pena que, en el país de la carne, no se pueda comer carne; me tuve que adaptar al bolsillo de la gente y vender en menor cantidad. Por ejemplo, hace unos años tenía asado de miércoles a domingo; hoy sólo tengo sábado y domingo. También, suspendí algunas compras, no vendo riñones, lengua, entre otras achuras, sino que traigo lo que la gente me va a comprar: asado, pechito, morcilla, chorizos y chinchulines».
En el mismo sentido se expresaron en la carnicería de 110 y 7: «A nosotros nos ha golpeado mucho el incremento de los alquileres, la energía y el monotributo. Tuvimos que agregar verdulería y hasta alimentos para perros, porque con el comercio de la carne no nos alcanza».
Por otro lado, los empleados de Carnicería Franco, de la calle 138 indicaron: «El dólar trajo muchas incertidumbres, subida y bajada de precios. Vamos a comprar a los frigoríficos y todas las semanas varía el precio; y la gente entra a nuestro negocio y se asusta de los costos. Nos gustaría que se estabilizara para tener un precio fijo y que la gente sepa cuánto le puede costar un kilo carne de vacuna. Además, sólo con estabilizar los precios no alcanza, sino que se tienen que activar las fuentes de trabajo, así la gente tiene para comprar».
Asimismo, Ciccra detalla en su relevamiento que el año pasado se produjeron 3,122 millones de toneladas de carne vacuna en el país, esto es 55,9 mil toneladas más que el año anterior, pero el consumo interno se redujo 8,3 puntos porcentuales.
En cambio, las exportaciones de 2019 llegaron a un récord histórico de 831 mil toneladas, que tuvo a China como destino principal. Las buenas cifras superaron al año 1969, cuando se enviaron 775 mil toneladas.
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