Y los cuerpos de Bomberos Voluntarios no son la excepción. Es el caso de los Bomberos Voluntarios de Juan María Gutiérrez que deben la factura del teléfono y de la luz. «Aun no nos cortaron el servicio pero estamos preocupados porque no pudimos saldar esas deudas, ya que tenemos que hacerlo en efectivo, y no podemos hacer transferencias para abonar los servicios. Para colmo las oficinas no están atendiendo para poder pagarlos. Por otro lado, pedimos turno con el Banco Provincia y a raíz de toda esta situación no nos lo dieron todavía. Estamos atados de pies y manos por el momento» explicó Alejandro Fernández, presidente de la Comisión Directiva.
La entidad debe en total 16 mil pesos de luz y 1500 de teléfono. «Nosotros no tenemos gas y es por eso que el gasto de luz es bastante alto. Hace un tiempo se tramitó una excepción desde la Federación pero no la aceptaron y por eso nos cuesta bastante hacer frente a las facturas». En cuanto a la línea de teléfono solo tienen llamadas entrantes, o sea que el gasto es solo el mantenimiento.
El cuerpo activo esta compuesto por unas 35 personas, quienes se ocupan por estos días de hacer frente a las desinfecciones de la zona con agua clorada, tarea que se realiza día por medio. «Salimos cerca de las 18 horas y volvemos cerca de las 12. Desinfectamos garitas de colectivos, las veredas más transitadas y cajeros automáticos, entre lugares. Vamos por Barrio Marítimo, Las Hermanas y Gutiérrez este y oeste, un trabajo que encaramos desde hace un mes aproximadamente».
Otro de los temas es el combustible. «El municipio nos da 80 litros, que nos vienen muy bien, pero la autobomba gasta 10 o 12 litros la hora, entonces tenemos que buscar otros recursos y las estaciones de servicio no tienen descuentos para este tipo de instituciones. Tenemos que ser muy exhaustivos a la hora de planificar una salida».
La desinfección se hace con un camión Mercedes Benz al que llaman «el histórico» y esta preparado con un tanque justo para esa tarea. «El tanque de la autobomba no resiste el cloro» confió Fernández.
«Para adquirir equipamiento y cumplir con todos los gastos hay que hacer malabares- destacó el dirigente-pero hoy más que nunca hay que cumplir con un protocolo en cada salida y eso cada día cuesta más, porque aumentaron todos los elementos sanitarios, como los guantes, los trajes blancos, las gafas y los barbijos».
Según la última factura que exhibe Fernández, los barbijos profesionales de 70 pesos se fueron a 250 pesos, los mamelucos de 600 pesos a 1250 pesos cada uno y la caja de los guantes de nitrilo sin polvo de 100 unidades, que salía 300 pesos, paso a costar 750 pesos.
Recibimos un subsidio provincial de 200 mil pesos, del cual nos debían 80 mil, pero como se nos rompió la autobomba ese dinero va a pagar el arreglo.
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