Militante peronista, conoció al actual intendente, doctor Juan José Mussi, cuando éste era médico y comenzaba a recorrer los barrios. Tiene su libreta peronista guardada entre sus tesoros más íntimos y reconoce que si no fuera por “el malestar” que tiene en sus piernas, “seguiría militando” como lo hizo en su juventud.
La actual bisabuela nació en Pirovano, localidad del partido de Bolívar, en la provincia de Buenos Aires. Allí la bautizaron, fue a la escuela, y conoció a su primer y único amor, Juan Moya, con quien tuvo cuatro hijos. Ellos fueron quienes obligaron a la joven pareja a emigrar en la búsqueda de un mejor destino, en marzo de 1954. “Habían hecho la primaria y queríamos que fueran a la secundaria y en Pirovano no había, entonces llegamos a Berazategui. Recorrimos la actual avenida Mitre buscando un lugar donde comprar, pero era todo campo dividido por alambres de púas y no nos gustó. Entonces nos asentamos en Villa España y compramos ahí, donde había más gente”, describió.
En ese mismo pueblo pujante del que se “enamoró” inmediatamente conoció al joven Juan José Mussi, que daba sus primeros pasos en la política. “Yo siempre milité en el peronismo. Lo hacía en Pirovano y desde que lleguí seguí haciéndolo acá en la unidad básica. Me encantaba…”, recordó con la misma frescura que habla de otros acontecimientos importantes en su vida.
Magdalena, pese a sus años que la eximen de participar en las elecciones, siempre tuvo un fuerte espíritu cívico y mientras pudo concurrió a las urnas, como ejemplo de su compromiso. Defendió orgullosa el voto femenino y es por ello que nunca quiso perder la oportunidad de emitir su sufragio.
Llegó a conocer a Perón y Evita y mientras su salud se lo permitió siguió militando con el mismo fervor. “Cuando llegamos a Berazategui no había nada. No se podía ni caminar por las calles del barro. Era terrible salir, pero desde que Mussi asumió cambió todo. Él le dio vida a este lugar. En poco tiempo fue otra ciudad, cómo no quererlo si hasta que el llegó estaba bastante descuidado todo. Quienes vivimos en ese tiempo sabemos de qué se trata”.
También contó que “cuando llegaron los militares” puso el cuerpo y todo su compromiso social para no olvidar su raíz política. Tiene miles de historias por contar, al igual que su familia que da gracias por tenerla y siguen festejándola cada día con el mismo espíritu noble que la acompañó toda su fructífera vida.
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