Multifacético. No solo es fotógrafo, no solo es acompañante terapeútico, no solo es diseñador…Daniel Noferi es todo eso y más. Unificó como quiso todos sus saberes e hizo que naciera un creador enorme, al servicio del  autoconocimiento.

Tiene 32, vive en la localidad de San Francisco Solano y de joven entendió su vocación, descubrir a través de la imagen…

«Hice la escuela secundaria con orientación en diseño y comunicación. Mientras tanto tocaba el chelo y, luego de una presentación en el Teatro Roma de Avellaneda con la Orquesta Escuela, a unos metros de allí había una escuela de Fotografía. Ese mismo día me inscribí y luego me perfeccioné en retratos. Recuerdo que la inscripción salía 50 pesos. A partir de ahí comencé con eventos: casamientos, cumpleaños, etc. Después hubo una parate y empecé a estudiar ingeniería informática y a  trabajar como camarógrafo en canales», recuerda Daniel, que está casado con Natalia Castillo, que es maquilladora, y con quien comparte muchas ideas sobre la imagen. «No lo tomamos desde lo estético o frívolo, sino como una forma de llegar a reconocerse a uno mismo, quererse y sentirse único».

Incursionó un tiempo en la fotografía periodística también  y, para desandar caminos, hizo un curso de acompañante terapéutico. Después solo le restaba unificar todo lo que sabía y sentía. Así nació su pasión por el Retrato «Fine art», que es un movimiento que aún no tiene muchos seguidores en el país, pero sí en otras partes del mundo. El mismo consiste en reconocerse en una fotografía, hacer una imagen consciente introspectiva. «En esta movida se hace una fotografía que no es social sino personal, que el individuo pueda reconocerse a través de esa imagen, volver a conocerse…esto se tiene en cuenta de una manera terapéutica, para trabajar en contra de la depresión, a favor de la autoestima y un montón de cuestiones que llegaron con el capitalismo que nos despersonalizaron, y la pandemia termino de profundizar».

La búsqueda de Daniel no tiene techo. Por eso tiene cosas  nuevas por descubrir a diario. Trabaja en teatro, con varias compañías y con una ONG, «Yo también», donde es profesor de fotografía para personas con discapacidad intelectual leve.

Hace pocos días se cruzó con el diseñador de ropa Benito Fernández, que va por el mismo camino de la inclusión. Noferi y sus alumnos participaron de un desfile organizado por el prestigioso diseñador, que es además  padrino de ASDRA (Asociación Síndrome de Down de la República Argentina). Fernández encabezó el desfile que se llevó a cabo en el Hipódromo de Palermo y del que también formaron parte futuras diseñadoras de la Universidad de Palermo. El objetivo fue promover la inclusión social, dando un mensaje sobre la importancia de realizar acciones que logren una mayor incorporación de las mujeres con síndrome de Down en distintos ámbitos, garantizando la igualdad y su verdadera participación en la sociedad.

Durante la jornada se corrieron más de 10 carreras de caballos. Y la más importante fue la del Premio Clásico Otoño, de dos mil metros en la arena, donde se disputó la “Copa ASDRA” por tercer año consecutivo. El desfile contó con la colaboración especial de Matías Tachella Costa, conocido como “El Mágico”, quien presentó su body painting en las modelos. La Fundación de los Colores estuvo a cargo del maquillaje, el estilista fue Marcelo Cappusi y la ONG “Yo también” realizó la cobertura fotográfica. La autoría de la mayoría de las fotos que hicieron la cobertura del evento es de Noferi y sus alumnos.

 «Yo también» es una Asociación Civil sin fines de lucro que desde el 2015 ofrece talleres y programas de formación en fotografía y video, para jóvenes y adultos con discapacidad intelectual leve y moderada. Más de 150 personas con discapacidad descubrieron con nosotros que la cámara de fotos es una gran herramienta de inclusión.

Y Daniel esta ahí, al pie del cañón. Defendiendo sus ideas y compartiendo su arte. Sin recelo y con mucha actitud.

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