Todos los lunes y viernes en la Parroquia Santa Cecilia, en calle 14 y 136, miembros de la comunidad Alcohólicos Anónimos (A.A) se reúnen para contar sus experiencias y ayudarse a superar la adicción a la bebida.
Según la organización, cerca del 10 % de los bebedores llegan a presentar esta enfermedad y esto es evidencia de cómo la bebida afecta a las personas. «El alcohol cambia tu personalidad y trae dificultades en la vida, con uno mismo y para con el otro», dijo Juan (miembro).
«Es difícil admitir que se tiene problemas con el alcohol; en mi caso tenía dificultades emocionales, que me derivaron a una depresión, yo no me daba cuenta, pero todos a mi alrededor sí. Llegué al punto que me levantaba y me acostaba consumiendo diversas bebidas. Una vez desperté como a las seis y media de la mañana y no me podía levantar de la cama de lo borracho que estaba. Me acuerdo que intenté levantarme y no podía controlar los pies, los brazos, las manos. Terminé en el hospital, pero luego seguí consumiendo; hasta que un día caí preso, y fue allí que decidí comenzar el proceso de sanación», relató.
También contó que no todos los alcohólicos llegan a situaciones límites para descubrir que padecen esta enfermedad, pero hay un factor común en todos los recuperados: reconocen que no han podido salir solos del alcohol, el alcohol ha afectado a su vida y entorno, han declarado que están enfermos y finalmente, decidieron libremente que es tiempo de dar vuelta la página.
«Desde que ingresé a A.A desapareció mi obsesión por el alcohol y recuperé las ganas de vivir», expresó el integrante.
En la actualidad, Juan logró formar una familia con hijos y nietos. Asimismo, se dedicó a sus reuniones y al Programa de los Doce Pasos.
«El programa de los Doce Pasos tiene que ver primero, con la aceptación de la enfermedad y también con el conocimiento o aceptación de un poder superior a mí y a la botella, porque cuando llegamos lo hacemos sometidos al alcohol. También, la actividad tiene que ver con contar nuestras experiencias. Eso es fundamental, porque uno llega avergonzado por ser alcohólico. Cuando uno trata la adicción con personas que sufren la misma enfermedad siente un alivio. Yo me sentí identificado y nunca más quedé sólo para vencer la enfermedad», especificó.
Finalmente, el miembro de A.A señaló que para ingresar al programa sólo se requiere «querer dejar de beber». «Si una persona no quiere dejar de beber es poco probable que inicie este camino. La gente quiere pensar en milagros, tomar una pastilla, pero no. Cualquiera que quiera dejar de beber y sigue estos pasos va a dejar el alcoholismo”, aseguró.
Si tenés problemas con el alcohol y querés comunicarte con el grupo de Alcohólicos Anónimos, lo podés hacer al teléfono 4216-0734.
Hacé tu comentario