Desde temprano, los fieles se concentraron la Catedral Inmaculada Concepción (Mitre y Rivadavia, Quilmes), donde recibieron las palabras del Obispo Carlos José Tissera y alrededor de las 9 horas partieron rumbo al Parque de la Ciudad Jorge Novak, en Quilmes Oeste, donde realizaron su primer descanso.
Luego, a las 10.30, los peregrinos llegaron a su segunda parada en la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Quilmes Oeste. Desde allí ya se encaminaron por la avenida Calchaquí, sobre la cual anduvieron unos 10 kilómetros, hacia la última posta de descanso en la Plaza Mate de Florencio Varela.
«Fue muy lindo, se veían las columnas llenas de fieles detrás de la imagen del Cura Brochero y la Virgen María. Todo salió lindo y ordenado, en todos los descansos había voluntarios que atendieron a los fieles con un refresco. Asimismo, las personas llevaron frutas y alimentos livianos. También, algunos pusieron música desde el celular y la gente se ponía a bailar. En cada descanso se dio un espacio compartido», contó el padre Lucio Carvalho Rodríguez, director de la casa Cura Brochero.
La caminata finalizó alrededor de las 15 horas, en la casa Cura Brochero, ubicada en Trenque Lauquen 2551. «Lo primero que moviliza a la gente para este recorrido es la fe; las personas se movilizan por diferentes motivos, algunos vienen para agradecer al cura Brochero, otros para realizar algún pedido y otros por alguna promesa», dijo el párroco.
«La peregrinación tiene un fin muy importante que es honrar y difundir la obra de Santo José Gabriel Brochero», destacó el padre Lucio.
Cabe destacar que, en esta séptima peregrinación, los fieles colaboraron con alimentos no perecederos, que se utilizarán en los encuentros gratuitos que ofrece la Casa del Santo Cura Brochero y en el Hogar «San Pantaleón», que alberga personas en situación de calle.
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