“Todo lo que teníamos planificado se cortó. Habíamos empezado con los cursos una semana antes y teníamos que poner en escena las nuevas obras de teatro que desarrollamos todos los fines de semana. Pero esta situación de la cuarentena cambio todo de repente y ahora estamos viendo como seguir. Estamos haciendo algunas cosas para nuestros alumnos y en las redes sociales (Facebook: Indigo Teatro Oficial) pero no es lo mismo, porque personalmente pienso que el teatro es un hecho vivo, y lo que tiene de diferente es lo presencial. Claro que ante todo debemos priorizar la salud», contó Leonardo del Castillo, director de Teatro Indigo.
«Cuesta pensar en el resultado económico, que nos afecta y mucho, como le sucedió a otros ámbitos, pero es una situación que nos atraviesa y es a nivel mundial, por lo mismo tenemos que acatar las normativas y repensar como vamos a seguir cuando esto termine, porque va a terminar en algún momento. En todo caso, no habrá excusa para decir que no tuvimos tiempo de hacer tal o cual cosa, por ejemplo, en mi caso escribir o pensar en proyectos, que quizás deberán ponerse en marcha recién el año pasado, porque hay que admitir que hasta que no haya una vacuna, puede que haya gente que no quiere sumarse a un auditorio», advirtió Del Castillo.
«Laboralmente- sostuvo- será un año perdido». En abril Indigo tenía proyectado poner en escena la popular obra «Brujas» con artistas locales, muchos de ellos ex alumnos de la misma escuela de teatro que ya tiene 8 años de vida. También estaban preparando, como todos los años, una obra infantil para vacaciones de invierno, pero suponen que «en este contexto» será muy difícil ponerla en cartel.
«Yo que siempre fui muy critico de las redes, me doy cuenta que son muy útiles en estos casos para seguir en contacto tanto con los alumnos como con el publico en general»- precisó el profesor de teatro, que no solo administra el Indigo sino que también da clases a personas con discapacidad en el ámbito municipal.
Del Castillo admitió que como profesores han decidido no dar clases en forma virtual como si se esta haciendo en otros lugares. «Si, tiramos propuestas lúdicas para hacer en familia e informamos de programas virtuales que se están haciendo en salas de otros lugares muy interesantes, como en el Cervantes o el Colón. También analizamos textos en conjunto con la posibilidad de poder llevarlos adelante. Respecto a esto, tenemos un taller de Puesta en escena, que tiene solos dos años, que es un espacio novedoso porque ponemos sobre el escenario obras cortas y le damos la posibilidad a los estudiantes de mostrar lo que hacen».
«Hablamos de Moliere, exponemos frases de diferentes autores y las llevamos a la critica. Nuestra intención es que los alumnos no se sientan desamparados. Sugerimos obras, y otras propuestas que nos permita conectarnos y la gente se engancha. Como dije siempre pensé que las redes deshumanizaban, pero en esta situación nos acercan y nos conectan. Por supuesto que aprendimos continuamente y quizás lo que nunca hubiésemos hecho, lo hacemos ahora- y agregó- lo que para muchos estaba mal, hoy en esta situación, no lo es tanto, claro que nos estamos reacomodando».
«Hay que ver que sucede luego con todo esto. Pero lo principal es que es tiempo de hacer una retrospectiva. Podemos repensar proyecto y generar nuevas cosas para el futuro, porque tenemos tiempo para dedicarle a eso que veníamos postergando. A nivel personal estoy escribiendo y leyendo mucho teatro», contó el docente.
Antes de terminar dio cuenta de una situación más complicada: «Más allá de lo económico, pueden surgir cosas buenas para muchos. Muchos estamos con la familia, en una casa, pero otros no tienen la misma posibilidad o hay relaciones que se resienten muy mal con la convivencia. Tengo incluso alumnos con alguna discapacidad donde el hecho de estar en sus hogares no les hace bien. Son todas situaciones complicadas»
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