«Esto sucedió casi a orillas del arroyo Baldovinos, a unos 150 metros del Paseo de las Rosas, podaron todos los árboles en una franja enorme, de unos 30 por 200 metros. No quedo nada. Causa mucha tristeza verlo -precisó Ernesto Salgado, miembro de la entidad y resaltó- lo descubrieron dos vecinos que circulaban por el lugar, escucharon los ruidos de las motosierras y se acercaron para saber qué estaba sucediendo. La gente que estaba talando los amedrentó y les dijo que era un sector privado, cuando todos sabemos que eso es parte de la Reserva. Lo raro es que la única forma de sacar un camión con leña del lugar es por la calle 63 que en su intersección con la autopista tiene una posta policial. Es un trabajo que de noche no se puede hacer y es raro que nadie los haya visto durante el día. Por eso le pedimos explicaciones al municipio que debe bregar por el cuidado de la zona y el medio ambiente. Se perdieron una montón de especies nativas y no sabemos si esto sigue sucediendo en algún otro sector. Creemos que después toda esa madera se vende por leña».
«Seguir debilitando el bosque agravaría la situación de la zona núcleo de la Selva Marginal, uno de los motivos centrales que la UNESCO señala como debilidad para que el Parque Pereyra pueda perder la categoría de biosfera. Esto debería preocuparle al municipio, pero hasta ahora se impone el silencio», advirtieron los integrantes del Foro.
La Reserva Marginal de Hudson se encuentra ya en peligro latente frente al despliegue de barrios privados en toda la zona y la construcción de un murallón frente a la ribera que evita que el agua dulce pueda ingresar en la zona de los humedales. «Esta situación sigue igual a pesar de haber hecho infinidad de denuncias. La vegetación está muriendo poco a poco debido al agua salada y el ingreso del río se vio frenado por el enorme murallón que se construyó. Para colmo el agua de lluvia es insuficiente. Todo fue muy bien calculado», estimó Salgado que batalla desde hace años en las entidades creadas para el cuidado del medio ambiente y en la justicia, intentando que ciertas condiciones que perjudican la zona se reviertan.
«También nos preocupa que no se haya restaurado el cause del Arroyo Grande que se cortó al elevarse el camino de ingreso a la costa, y que permitía la hidratación del bosque a un lado y otro del camino. Son todos canales naturales que fueron desapareciendo», precisó Salgado, que además advirtió sobre el avance de Puerto Trinidad -hoy Puerto Bellini- que ha comenzado a vender nuevamente terrenos después de años de conflicto judicial. «En esa zona de la Reserva la naturaleza ya había vuelto a avanzar pero ahora, con las nuevas obras, se volvió a destruir todo. Recordemos que fue una gran estafa de los Beccar Varela y las construcciones estuvieron paradas por mucho tiempo. Ya está hecha la denuncia respetiva, pero no tuvimos ninguna respuesta hasta el momento. Es todo muy lento normalmente y con la pandemia peor. Mientras tanto se sigue avasallando a la naturaleza y perdemos un tiempo precioso», lamentó el ex concejal.
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