El dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, sigue siendo una preocupación latente. Si bien disminuyó durante el invierno, la circulación del virus no se detuvo del todo ante el frío. Encima, en experimentos durante los últimos años, confirmaron que las supervivencias de las crías de los mosquitos son muy altas. Si bien los ejemplares adultos del Aedes Aegypti reducen su actividad, los huevos pueden sobrevivir durante los meses más fríos y hasta por un año.
Y por supuesto que ahora la circulación del Aedes aegypti vuelve con mucha más fuerza ante la llegada de las temperaturas cálidas.
Estas temperaturas de los últimos días en gran parte del país son un llamado de atención a poner en orden lugares, objetos y recipientes que puedan acumular agua y servir como reservorios para el mosquito que transmite el dengue en adelante. Con las lluvias que se pronostican y valores de sensación térmica de verano, la aparición del Aedes aegypti “es cuestión de tiempo”.
Ante la amenaza por la inminente proliferación del vector, la preocupación es evidente. Entre agosto de 2023 y julio de 2024, Argentina atravesó la peor temporada de dengue de su historia, registrando un récord de 419 muertes asociadas al virus.
En ese sentido, desde el municipio de Berazategui se pone énfasis constantemente en eliminar los criaderos del mosquito en el hogar, evitar que se junte agua en baldes, botellas, bidones y macetas, descacharrizar (más allá de las jornadas que se implementan en los barrios), cambiar cada tanto el agua de bebederos de animales o desmalezar terrenos, jardines y patios.
Además, la provincia de Buenos Aires inició la campaña de vacunación con las 500.000 dosis que se adquirieron.
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