Unos seis mil ex soldados que estuvieron en el continente durante el conflicto de Malvinas reclaman ser reconocidos como veteranos, pero sólo 156 lo lograron hasta hoy. Qué es lo que pasa y qué opinan quienes si estuvieron en el campo de batalla.

Son los que estuvieron en el continente pero no combatieron directamente, algunos esperaban que los convocaran y otros realizaban tareas de logística. En este caso no hubo grieta, y la postura del oficialismo y la oposición fueron las mismas, negarse a otorgarles el título. Por la vía judicial y en presentaciones que se iniciaron en algunos casos hace ya varios años, esas personas buscan ser reconocidas como Veteranos de Guerra de Malvinas y acceder a los mismos beneficios que quienes sí estuvieron en el combate. Piden básicamente una pensión mensual equivalente a tres jubilaciones mínimas, más otros beneficios provinciales y municipales o una reconocimiento escalonado mínimamente.

Hasta hoy, los veteranos integran un padrón de alrededor de 22.600 personas, y es aquel personal militar que participó en acciones bélicas en el TOM (Teatro de Operaciones Malvinas) y TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur); más civiles que prestaron funciones de servicio y de apoyo.

El año pasado, los ex conscriptos continentales mantuvieron un acampe en Plaza de Mayo, pero la respuesta de la Casa Rosada fue negativa por que dijeron que reconocerlos sería “una estafa moral y económica”. Mientras en el Congreso hubo decenas de proyectos de ley, pero nunca prosperaron.

Para la Fuerza Aérea, por ejemplo, quienes sirvieron en el hospital en Comodoro no son veteranos, tampoco los mecánicos que en el continente preparaban los aviones que iban a luchar a las Islas.

Hay 16 mujeres reconocidas como veteranas de guerra: el grupo de 6 enfermeras de Ejército que fueron embarcadas en el Almirante Irízar. La instrumentadora quirúrgica Silvia Barrera, y sus compañeras Susana Maza, María Marta Lemme, Norma Navarro, María Cecilia Ricchieri y María Angélica Sendes; además de la ex alférez Liliana Colino, que fue la única mujer que pisó Malvinas al cruzar en Hércules para evacuar heridos; y mujeres tripulantes de buques mercantes que prestaron apoyo.

La Palabra consultó sobre este tema al presidente de la Agrupación Héroes de Malvinas, Daniel Alfonso, quien expuso su opinión: “Consideramos a los veteranos de Malvinas a quienes estuvimos en la zona de inclusión, en lo que llamamos Teatro de Operaciones de Malvinas y Teatro de Operación del Atlantico Sur. Pero los conscriptos que estuvieron movilizados o quienes se autoproclaman soldados continentales tienen derecho a reclamar lo que quieran, y el Estado tiene que decir si son o no veteranos de guerra», expresó.

«Nosotros somos veteranos de guerra porque cuando fuimos a hacer los reclamos el Ejercito, la Armada y las Fuerzas Áereas dijeron:  estas personas estuvieron en batalla, estuvieron en la zona de exclusión. Después el Estado decidió si nos iban a pagar una pensión o no. Porque el Estado es el que decide siempre» – y añadió-  “si ellos creen que son ex combatientes, como dije,  que  las Fuerzas Armadas, el Ejercito y las Fuerzas Áereas lo digan, por medio del ministerio de Defensa, si son o no ex combatientes. Si dicen que no,  hay poca posibilidad que se los reconozca. Yo no podría decir si tienen o no derecho a un reconocimiento, o la necesidad de una medalla que acredite esa situación».

«Igual, personalmente creo que se acordaron tarde, porque cuando nosotros peleábamos por esa situación hace muchos años, porque teníamos un síndrome postraumático de guerra que era evidente, ellos no lo pidieron, pero con en el transcurso del tiempo los beneficios económicos fueron aumentando, por eso hoy lo están reclamando, creo; pero ninguno de nosotros puede decir si les corresponde o no, eso queda claro», enfatizó Alfonso.

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