El Registro de la Propiedad Automotor N° 2/ 3 ubicado en la avenida Néstor Kirchner entre 8 y 9, registra una lluvia de reclamos en su contra. Maricel, vecina de la zona, indicó hace pocos días: «Tienen que enseñarle a los empleados de ese lugar que aprendan a atender a la gente. No tienen educación, te hablan mal… si llegas unos minutos más tarde no quieren atenderte, pero si ellos se atrasan están perdonados. Estuve ahí una hora esperando y maltratan a todo el mundo, no toleran a nadie, y parece que están en contra de todos los clientes por uno u otro motivo». Gustavo también opinó sobre su conducta: «Los empleados tienen pocas pulgas. Son una risa, fui a dar la baja por una moto que me robaron y me cuestionaron si el DNI que les presenté era mío, por la foto que era vieja…imaginate que en esa situación no voy a dar una documento falso».
Érica, que espera en la puerta ser atendida, dijo en el mismo sentido: «hay tanta gente sin trabajo, yo les diría que si no están conformes que dejen el lugar a otra persona. Puedo entender que los sueldos no son buenos y que cobra más un planero que un empleado, pero no es nuestra culpa, no tenemos porqué bancarnos el mal humor de los empleados».
Néstor invitó a utilizar el libro de quejas. «Tenemos que aprender a pedirlo, porque en la mayoría de los casos sí tiene consecuencias. En vez de discutir y perder más tiempo, la gente tiene que acostumbrarse a reclamar por los carriles que corresponde. Si la gente describe situaciones y pone una queja con nombre y apellido, yo estimo que será efectiva para que cualquier empleado piense dos veces antes de maltratar a alguien».
Cecilia también compartió su experiencia y contó que «hace un mes me acerqué a transferir mi auto. Todo es con turno y suponía que iba a ser rápido. Cuando llegó el momento en quince minutos firmamos, pero después demoraron como una hora para el resto del trámite. Pasaba otra gente y nada, quedé varada. Entonces pregunté y de muy mala manera me dijeron que tenía que esperar…diez minutos después me llamaron, se ve que alguien se había olvidado de entregar mis papeles, pero nadie pidió disculpas. Entiendo que nadie te va a atender con una sonrisa, aunque no entiendo porqué tanta mala onda; pero al menos que se hagan cargo de sus errores».
Juan, que se dedica a la compra y venta de vehículos, también quiso hablar al respecto: «Tengamos en cuenta que hoy cualquier transferencia está por encima de los 15 mil pesos, y me quedo corto, que el sellado, que el formulario Z, que el 13D… es para darle de comer a todo el sistema de la Dirección Nacional de Propiedades Automotor, porque acá lo que vale son los datos del comprador, vendedor y la patente del auto, lo demás son impuestos; es todo curro, eso lo inventaron los políticos».
Finalmente, Rafael admitió: «En general en este país te atienden mal en todos lados, y después de la pandemia peor. Vas a hacer un trámite a cualquier organismo público y te maltratan, pero si vas a comprar ropa o a un restaurant es lo mismo. Todo aquel que trabaja con público se acostumbró a ladrar y nosotros a aceptar ese trato, con desidia, como haciéndote un favor. A la mayoría de la gente no le gusta su trabajo, no tienen ganas de trabajar ni de estar ahí, pero no les queda otra porque necesitan el sueldo; esa es mi sensación», reflexionó.
Anteriormente este registro se hallaba sobre la calle 149 entre 10 y 11, donde también acumuló varias quejas. Al principio, según gestores, el trato era mucho mejor, pero con el tiempo se fue deteriorando. De acuerdo a lo manifestado por los profesionales es el que mayores conflictos tiene, algo que, sin duda, deberán rever sus responsables.
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