Cada vez hay menos margen entre los productos que ofrece el Mercado Vecino y algunas verdulerías de barrio. Esto trae algunos reclamos de parte de los pobladores que solían visitar esta feria y encontrar buenos precios en el pasado. Lo único que rescatan es que «en el caso de las verdura de estación y que ellos mismos producen, son muy frescas y duran mucho más que las que se adquieren en los comercios».
Mercado Vecino se creó con la intención de acercar los productores locales a los consumidores y ofrecer productos frescos, a precios competitivos. Sin embargo, salvo excepciones, quienes visitan los puestos a veces se llevan algunas desilusiones, o mejor dicho, en tiempos de crisis, concurren con más expectativas.
«En el caso de la carne que ofrecen tiene buenos precios, pero no siempre es buena. Algunos cortes tienen mucha grasa o son de animales viejos, parece. Pero no siempre es la misma calidad», opinó un vecino que solía abastecerse de varios alimentos.
«Por precio hay carnicerías que son mas competitivas. Yo soy jubilado, y puedo recorrer y buscar. Sin tiempo, es imposible comparar y te llevás cada chasco», destacó Alfredo, que suele comprar para él y sus hijos cuando hay alguna oferta que se precie.
En el caso del pan, los lácteos y los huevos «tienen el mismo precio que en un buen supermercado. La calidad suele ser buena, pero no siempre es barato», anunció Mabel, que igual intenta proveerse de lo básico para la semana.
En lo que se refiere a productos frescos de verdulería, dependen mucho del precio de mercado. «Hay muchas cosas que ellos compran, como la fruta y verdura que no son de estación. Entonces están igual o incluso más caras que en otros lugares, hay que fijarse muy bien», sostuvo Mabel, que generalmente compra verdura de hoja, remolacha, lechuga, y alguna que otra cosa que vea fresca. Cuando llegue el tiempo de la frutilla siempre la tienen más económica, o el tomate durante el verano».
Las compras en el Mercado Vecino suelen ser cada vez más selectivas. Los productores que recorren los barrios no pagan impuestos, pero cuando deben recurrir al mercado, consiguen los mismos precios que los demás comerciantes del rubro. «Es muy cambiante. Quizás vas un día y el tomate, por ejemplo, está regalado, y a la semana subió el triple. Los factores climáticos influyen mucho y la época también. Nosotros podemos tener cierto control con lo que producimos, pero el resto no», confiaron.
En el Mercado Vecino, que recorre los barrios con frutas, verduras, flores y cortes de carne a precios accesibles, para cuidar el bolsillo, también hay que ir bien informado. El próximo 19 de agosto, por ejemplo, estará en la estación de Plátanos, en Lisandro de la Torre entre 44 y 46, en el horario de 08 a 12.
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