Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), los alumnos argentinos tienen serios problemas de ortografía.
El estudio observó la producción escrita por niños que asisten a la escuela primaria de 16 países de la región de América Latina y el Caribe, de dicha prueba participaron alrededor de 10.000 alumnos argentinos de tercero y sexto grado, los cuales obtuvieron, de acuerdo a la Unesco, una buena performance en el uso del vocabulario y cohesión textual, pero un mal desempeño en el uso de la ortografía y en la puntuación.
Gustavo González, ex consejero escolar, docente, investigador y presidente de Asociación de Estudiantes Universitarios (ADEU), manifestó: «Desgraciadamente no me sorprenden los resultados de las pruebas de la Unesco, ya que es una fotografía de lo que venimos sufriendo a nivel educacional desde hace 20 años. Argentina avanzó en inclusión, pero no en calidad».
Asimismo, describió esta situación como «una tragedia educativa» y especificó que alrededor del «50 % de los alumnos de primaria no sabe leer ni escribir, y aquellos que cursan la secundaria no concluyen sus estudios en tiempo y forma».
En cuanto a los factores que determinaron que los alumnos hayan obtenido la calificación más baja de la historia argentina en las evaluaciones de la Unesco, González mencionó: «Hay varias causas: docentes sin vocación, porque ejercen por el dinero y no por el amor a enseñar, falta de materiales; diferencia entre aquellos de clase alta que pueden pagar un estudio de calidad, con aquellos que no tienen el dinero para hacerlo, o la brecha que hay entre los que viven en el centro de la ciudad y tienen mejores colegios públicos que los que viven en la periferia; la mala formación de los maestros en los profesorados y la descentralización del Ministerio de Educación en la creación de 24 departamentos, donde cada uno tiene un programa diferente. Además, a esto se suma, la falta de estimulación de los alumnos en sus casas y la disminución del hábito de leer».
Bajo este contexto, el presidente de ADEU advirtió que «es necesario repensar el sistema educativo». «En principio tiene que cambiar la forma de enseñar, no se puede seguir con la misma metodología de hace 100 años, los tiempos cambiaron y la gente también. ¿Sirve que un alumno esté 4 o 5 horas frente a un pizarrón? Creo que ya no, los maestros y profesores debemos adaptarnos al mundo actual; la información está en Internet, entonces lo que hay que transmitir es cómo buscar e interpretar lo que se lee. También lograr que la escuela sea una referencia para chicos, como lo fue en décadas atrás, esto es repensar el rol de los docentes y modificar la formación que éstos reciben».
Por otro lado, marcó: «Hay que volver a tener congresos pedagógicos, hace 40 años que no hay uno, dónde profesionales del área discutamos qué educación queremos» y concluyó: «La enseñanza tiene que volver a ser importante, para poder salir de la curva descendente en que nos encontramos».
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