La familia de Lucas Salomón, un oficial de policía de 27 años oriundo de Berazategui, exige justicia tras el grave incidente que sufrió el pasado jueves en un entrenamiento en la Base Puente 12 de Ciudad Evita. Salomón, quien lleva 6 años en la fuerza, recibió un disparo en el cuello durante un curso de allanamiento y UZI, por parte de su instructor, Jorge Acuña.
Según testigos del hecho, el instructor, luego de observar errores en la formación de los policías durante una práctica de allanamiento, habría apuntado a Salomón con su arma reglamentaria, la cual no debería haber estado cargada en un entrenamiento, y disparó. El disparo impactó en el lado izquierdo del cuello de Salomón, dejándolo inconsciente y gravemente herido.
«Lucas no conocía al instructor. No es que había alguna disputa de antes», declaró Yésica, hermana de Lucas, en diálogo con La Palabra. «Tenía el arma cargada y disparó, en lugar de corregir los malos movimientos que estaban haciendo. Lucas cayó desplomado al piso agarrándose el cuello y diciendo me muero», describió.
Tras el incidente, Acuña habría huido del lugar, pero fue retenido antes de salir de la base.
La familia de Salomón denuncia que, desde el momento del incidente, se intentó minimizar la gravedad del hecho y manipular la información. «Apenas ocurrió todo (14:30 horas) a los compañeros que estaban con él les prohibieron usar los celulares», relató Yésica. «Mi cuñada fue avisada a las 16 horas por una compañera que estaba en otro lado y escuchó la noticia», añadió.
«Del hospital salieron diciendo ‘¿Dónde está la familia del policía que se disparó?'», señaló la misma, denunciando que quisieron presentar el caso como un intento de suicidio.
Salomón fue trasladado de urgencia al Hospital Dr. Balestrini y luego a la clínica Fitz Roy, donde fue operado en varias ocasiones. “Apenas lo ingresaron al Hospital Balestrini, fue a quirófano por el tema de las heridas de bala en el cuello. A las 20 horas aproximadamente lo volvieron a ingresar porque tenía una hemorragia y tuvieron que pararla. El viernes a las 20 horas, lo volvieron a ingresar a quirófano, ya estando en la clínica Fitz Roy, para descomprimir la vértebra y la médula que fueron dañadas. Actualmente se encuentra con respirador, sonda para alimentarse, medicación para subir la presión y otras sondas en el cuello y abdomen. Solo tiene movilidad en el brazo derecho”, detalló su hermana.
«Él está consciente pero lo sedaron porque está muy angustiado y nervioso», lamentó Yésica.
La familia de Lucas Salomón contrató un abogado particular para que se ocupe del caso y exigen una investigación profunda para determinar las responsabilidades por el grave incidente.
Acuña, por su parte,fue imputado por «Lesiones Culposas» y desafectado de la fuerza, pero sigue en libertad dado que en la carátula del caso figura que el disparo fue accidental.
En el pedido de justicia de parte de familiares, conocidos y allegados expresaron: «Queremos que se haga justicia. Hasta el momento nadie se hizo presente para hablar con su familia del hecho ocurrido. Fueron días de muchísimo dolor e incertidumbre. Por eso, necesitamos de todos ustedes para que nos ayuden a compartir este caso. Hoy Lucas nos necesita más unidos que nunca. Necesitamos que se hagan responsables de lo sucedido. Hoy Lucas debería estar en su hogar, disfrutando de su familia y de su hijo, y no en una cama de hospital, por culpa de este sujeto el cual se encuentra en libertad. Debería estar detenido, cumpliendo una condena”. “Pedimos máxima difusión para que esto no vuelva a ocurrir, para que no hagan más abuso de poder. Quisieron encubrir todo, a los colegas de Lucas no los dejaban hablar con su familia de lo ocurrido, les quitaron los celulares, y los dejaron incomunicados”, sumaron.
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