Si bien, según voceros del gremio, no se tratará de un paro total sino de una reducción de la velocidad de todos los trenes de pasajeros, la acción modificará notablemente el funcionamiento habitual de los trenes.

En tanto, anticiparon que, de no obtener una respuesta satisfactoria a sus requerimientos, el 4 de junio, si se llamara a un paro total de actividades por 24 hs.

La medida es en reclamo por la falta de actualización salarial para el sector. Así, a través de un comunicado firmado por el secretario general del sindicato, Omar Maturano, justificaron la iniciativa “ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo salarial que permita compensar las pérdidas de poder adquisitivo de nuestros salarios y la falta de inversión en material rodante e infraestructura ferroviaria”.

Así, desde el gremio ferroviario exigen una recomposición por el desequilibrio que ellos denuncian entre la inflación interanual (que alcanzó una cifra de 287%) y la paritaria sectorial de 208%. También reclaman por los ajustes adeudados correspondientes a los meses de abril y mayo.

Además del reclamo salarial, otra preocupación que aducen desde La Fraternidad es por la falta de inversión en infraestructura ferroviaria desde que el Gobierno de Javier Milei decidió recortar buena parte de las partidas presupuestarias para el sector. En particular, señalaron como antecedente de los peligros que acarrea esta política oficial el reciente choque de formaciones de la Línea San Martín en el viaducto de Palermo, hecho que dejó al menos 90 heridos y puso en evidencia la precariedad actual del sistema ferroviario.

La medida de fuerza de La Fraternidad será la segunda en el año, ya que el 21 de febrero se produjo una paralización total de actividades también para obtener una mejora en los salarios.

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