Carlos “La Mona” Jiménez presentó una apelación a la sentencia judicial que lo obliga a pagar una indemnización de 300 millones de pesos a su hija Natalia Jiménez. Como consecuencia, el pago del resarcimiento económico quedará suspendido hasta que la Cámara Federal resuelva el caso, lo que podría demorar un año.
La medida representa un nuevo capítulo en el conflicto judicial que enfrenta al reconocido cuartetero con Natalia Jiménez Rufino, quien fue reconocida legalmente como su hija en 2021, luego de una prueba de ADN.
La sentencia inicial, dictada el pasado 10 de junio de 2025, fijaba una compensación económica por daños y perjuicios, tras años de negativa por parte del artista a reconocer la paternidad. Sin embargo, la apelación presentada por los abogados del artista detiene momentáneamente cualquier tipo de desembolso. La resolución ahora queda en manos de la Cámara Federal, que deberá definir si ratifica o revoca el fallo de primera instancia.
Natalia, de 40 años, estudió estética, es cosmetóloga y actualmente trabaja en una fiambrería. Vivió durante siete años en Berazategui y desde entonces buscó salir adelante con sus propios recursos, sin apoyo económico ni vínculos con su padre biológico.
Natalia nació como fruto de una relación extramatrimonial entre La Mona y Liliana Beatriz Echevarría, una joven que por entonces tenía 18 años. Según el relato judicial y el testimonio de la propia Natalia, la relación fue breve y mantenida en secreto a fines de los años 70, ya que el artista estaba casado. Tras quedar embarazada, Liliana regresó a Buenos Aires, donde dio a luz sola.
En una reciente entrevista televisiva, Natalia recordó que se enteró de su verdadero origen a los ocho años, cuando su abuela materna le reveló quién era su padre. Desde entonces comenzó un largo camino legal en búsqueda de justicia y reconocimiento.
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