Desde las organizaciones sociales vienen marcando el aumento de los pedidos de asistencia y el esfuerzo de cada voluntario para que la comida alcance.
El merendero «Caricias al Alma» del Movimiento Evita es uno de los tantos lugares que refleja esta situación. Su titular, Miriam Velázquez, confirmó que subió el número de gente y aseguró que están al límite con los alimentos.
«Hasta ahora el Ministerio de Desarrollo Social nos provee las mercaderías, pero es tanta la necesidad que el cupo a veces queda chico; entonces vamos buscando otros medios, por ejemplo, solicitamos colaboración por Facebook y los vecinos hacen donaciones», contó Velázquez.
Además observó que hubo un aumento en la cantidad de personas que asisten al merendero en busca de su copa de leche y que no sólo son niños, como al comienzo, sino que son familias enteras. «Estamos funcionando hace un año, empezamos con 20 chicos, luego se sumaron 30 y hoy son casi 80, además se acercan los padres y los abuelos», indicó.
Señaló que ante el actual contexto de necesidad tuvieron que reforzar la merienda. «Lamentablemente en muchos casos la merienda termina siendo el único alimento que una persona come por día; por ello tratamos de que sea una comida abundante, por ejemplo hacemos pizzetas u otra elaboración de panadería que pueda llenar. Asimismo, los paquetes de fideos, leche en polvo o arroz que nos llegan de las donaciones de los vecinos se los entregamos a la gente».
Precisó que antes de la segunda ola, como el número era menor alcanzaban las raciones. Ahora tiene que » dividir ese mismo trozo para más personas». «Gracias a Dios nunca nos pasó de quedarnos completamente sin mercaderías, tratamos de racionalizar las porciones cuando realizamos los cortes. En realidad, muchas veces no se llega y lo que hacemos es elaborar un alimento que pueda hacerse en cantidad, como la torta frita que ahora en invierno para alguien que no tiene para comer es fundamental, lo sabemos por el agradecimiento que recibimos de la gente».
El merendero funciona los martes y viernes, nació durante la pandemia tras la penuria de los vecinos del barrio «Los Pinos». «Veíamos mucha pobreza y niños sin alimentarse, entonces, junto a mi marido destinamos una parte de nuestra casa para llevar adelante un comedor. Hacíamos la copa de leche con plata de nuestro bolsillo, pero mi marido se quedó sin trabajo y se dio la oportunidad de ingresar al Movimiento Evita como referente barrial, y así pudimos obtener mercaderías y continuar con nuestra ayuda», relató la voluntaria.
» Estamos evaluando si extender el merendero y organizar ollas populares, porque la gente lo necesita», agregó.
Quienes deseen ayudar a «Caricias al Alma” con donaciones de: té, azúcar, cacao en polvo, leche, mate cocido, harina, dulces (membrillo y batata), entre otros productos, lo pueden hacer en la sede del lugar, ubicada en la calle 125 Nº 150, entre 1 y 2, o por Facebook.
Hacé tu comentario