«Venimos mal, nosotros cuando nos autorizaron la presencia de los clientes en las mesas al aire libre, preparamos todo para que el cliente pueda estar; y la verdad es que no tuvimos ganancias, solo un 5 %. Veremos qué ocurre con otro clima, porque el tiempo es una complicación: si llueve o hace frío es un día perdido. Ni hablar si pasan tres o cuatro días. Además, es perjudicial para la gente estar expuestos a temperaturas no apropiadas. Se tendría que habilitar que las personas con el protocolo correspondiente puedan entrar. Además, el horario es muy acotado, por ejemplo, para la gente que quiere disfrutar de una cena o que trabaja hasta tarde y quiera darse el gusto de salir», relató Héctor, de Master Pizza.
«Necesitamos una ayuda del gobierno o el municipio, algún descuento en las tasas, impuestos o servicios. Recibimos el programa ATP pero no nos alcanza; hay que seguir pagando las tarifas, alquiler y cargas sociales. Asimismo, el costo de las materias primas, que cada vez son más elevados”, solicitó.
También Claudio, dueño de La Pasquina dijo: «Nosotros somos un negocio familiar, somos mi hermano y yo, y no pago alquiler. Además, estamos trabajando con delivery y take away, porque no dispongo del espacio para recibir personas; pero para quienes tienen gente trabajando y pagan el alquiler la situación es difícil, y los puede llevar al cierre. Es cierto que estamos trabajando a un 40 % y nos alcanza solo para mantenernos, pagar los gastos y nada más; no cabe el ahorro».
«El problema es que los restaurantes estuvieron mucho tiempo parados, por lo tanto, el Ejecutivo tiene que pensar en cómo ayudar al sector tanto durante la pandemia, como en la pospademia», expresó.
De la misma manera, Kevin, uno de los titulares de «El Amanecer», indicó: «La plata que nos entra es para cubrir gastos y no tenemos grandes ganancias, vivimos al día. Estamos subsistiendo en la absoluta incertidumbre».
Por otro lado, los gastronómicos denunciaron a «las casas de delivery que no pagan impuestos» y apuntaron: «Cada vez son más las personas que venden comida desde la casa y no pagan impuestos, ni pasan por ningún control sanitario. En estos momentos complicados, consideramos que tiene que haber una verificación a esos lugares y que en Berazategui se termine la competencia desleal, porque si es así, nosotros corremos el peligro de cierre y los que están ilegalmente siguen ganando y evitando todas las enormes cargas tributarias que nosotros estamos obligados a pagar».
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