Comerciantes de Camino General Belgrano reclamaron más celeridad de la obra de reasfaltado de la ruta provincial ya que, según plantean, la demora esta ocasionando importantes pérdidas económicas. «Comenzaron hace varios meses y realmente no vemos que la obra avance significativamente. Las máquinas trabajan muy pocas horas al día, lo que hace que el avance sea muy lento. Realmente no podemos seguir sosteniendo este ritmo. Tras el problema económico que veníamos soportando con la inflación, se suma esto que nos está afectando muchísimo», expresó Gabriel, que tiene un taller mecánico sobre la avenida y hace dos meses que casi no recibe autos.
Muchos de los consultados pidieron que «se vaya abriendo a medida que se vaya terminando, pensábamos realmente que quienes estaban a cargo verían la forma de interrumpir el tránsito la menor cantidad de tiempo posible, pero vemos que no es así. Necesitamos que alguien se ponga en nuestro lugar».
Otro de los problemas es que el nuevo asfalto quedó mucho más bajo que el anterior, luego de levantar el empedrado de adoquines que había antiguamente y las varias capas de pavimento que fueron colocando con los años. «El hecho es que quedó, en algunos lugares, como medio metro más abajo, sobre todo entre 23 y 24. Para trabajar levantaron las veredas y ahora, además de tener que volver a hacerlas, porque la empresa dice que no se hace cargo, como sí lo tuvieron en cuenta en avenida 21 o avenida 7, tenemos que nivelar. Las veredas quedarán sumamente elevadas y será un problema para estacionar. Un obstáculo más que debemos tratar de solucionar los frentistas».
«Hay partes que se hicieron un poco mas rápido, pero otras que demoraron muchísimo. Todos esperamos las fiestas de fin de año para marcar una diferencia, pero así nos están matando realmente. Necesitamos que alguna autoridad municipal, provincial o nacional se acuerde que nosotros pagamos impuestos y necesitamos que nos cuiden y nos acompañen».
Todos indicaron que «las ventas bajaron a nivel cero y hay negocios que no van a poder abrir más. Tras la crisis fue el tiro de gracia. No puede ser que tarden tanto. ¿Nadie controla?», preguntaron.
Hoy el reasfaltado que fue anunciado con bombos y platillos a principios de este año es más un problema que una solución, según la mayoría de los frentistas. «Creíamos que lo iban a hacer más ancho, porque ya tenemos una quita importante de terreno, de unos siete metros y medio. Pero no, quedó exactamente de la misma medida. Según nos dijeron no harán las veredas y de las luminarias no tenemos ni novedades. O sea que sentimos que estamos igual que antes, solo que con el tránsito cerrado, lo que nos afectó terriblemente».
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