Debido a la suba en el precio de la harina, los comedores populares atraviesan serias dificultades para seguir asistiendo a los más necesitados.

El aumento en los productos de almacén impactó negativamente en los bolsillos de todos los argentinos, pero los más perjudicados son los sectores vulnerables, sobre todo aquellos espacios que se dedican a alimentar a cientos de familias sin ayuda estatal.

En este contexto, el fuerte incremento de la harina, de entre el 33 % y 36 %, fue condición suficiente para que comedores y merenderos del distrito tengan que limitar la elaboración del pan, un alimento fundamental a la hora de llenar los estómagos vacíos.

Cecilia Olmedo, titular del comedor «La Colina», indicó: «Estamos continuando a duras penas, por el precio de las mercaderías estoy cocinando sólo los sábados, porque no tengo ayuda de nadie y me duele mucho, porque son muchas familias que necesitan alimentarse».

«Ya no estoy comprando harina, está muy cara, así que dejamos de hacer tartas y empanadas», relató con angustia la voluntaria. En cuanto al pan, señaló: «Me están donando en menor cantidad y voy racionalizando para que alcance a todos y la panadería que nos daba facturas, ya no nos da más».

Esta situación pone al comedor de Ranelagh en la cuerda floja. «No sé hasta cuándo voy a llegar, no puedo más. Para este sábado tengo 10 paquetes de fideos y tres tomates, voy a ver si puedo comprar algo de pollo y verduras».

También Luján, encargada del comedor «Manos Unidas», comentó que, tras las últimas subas en el precio de la harina, está luchando para seguir de pie contra la corriente. «Tuvimos que sacar un día de comedor por no tener con qué mantenerlo», explicó.

«Asistimos a más de 50 familias y estamos poniendo todo lo que podemos para no dejar a la gente sin comer, ya que no cuentan con otra ayuda», agregó y especificó cómo hace para llenar el plato: «Estamos haciendo rifas, pidiendo donaciones y poniendo plata entre las voluntarias, y cuesta un montón, porque los precios son altísimos, por ejemplo, un cajón de pollo está 4.500 pesos».

En este contexto los comedores necesitan más que nunca el apoyo de toda la población, por eso quienes quieran y puedan donar alimentos lo pueden hacer en: Comedor «La Colina», situado en la calle 370 Nº 1400 entre 313 y 314, y Comedor «Manos Unidas», ubicado en calle 126 nº 862 entre 8 y 9.

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