La altura del año hace que las ventas no sean demasiadas en el aspecto escolar. Las clases ya marchan en pleno curso y las adquisiciones son medidas, ya que el bolsillo aprieta y hay que regular cada peso que se invierte.
Asimismo, en las oficinas se imprime cada vez menos, ya que los documentos y facturas virtuales es una práctica cada vez más en desuso.
Por tal motivo, las librerías y comercios del rubro se ven sumamente afectados por la inflación y el escaso tránsito de clientes en los locales. Para conocer al detalle lo que ocurre, lapalabradeberazategui.com.ar dialogó con dueños y empleados de ese tipo de comercios.
Hacé tu comentario