Un fin de año turbulento en algunas localidad de Berazategui, con fiestas y reuniones clandestinas que, no sólo no cumplieron con los protocolos sanitarios que rigen por la pandemia, sino que además terminaron, en algunos casos, con disturbios y personas heridas.

Una de esas fiestas clandestinas tuvo lugar el primero de enero en horas de la madrugada, en calle 131 entre 43 y 44. Allí, los organizadores cortaron la circulación del tránsito por cuenta propia para cobrar entrada (100 pesos a los hombres y 50 a las mujeres). De acuerdo con lo que indicaron testigos y personas que asistieron a esa celebración, fueron cientos los que llegaron hasta el lugar para recibir el 2021 con “música a todo volumen, alcohol y drogas”, luego de una convocatoria que se inició horas antes a través de Facebook.

Pese a que los vecinos de la zona denunciaron en reiteradas ocasiones al 911 y a la Municipalidad de Berazategui, ninguna autoridad ni personal de control se hizo presente en el lugar. “Nos cansamos de llamar, pero pareciera que les dieron vía libre para que hagan lo que quieran, después nos piden que nos cuidemos y que denunciemos este tipo de reuniones, no sé para qué”, sostuvo una mujer que sufrió los disturbios y ruidos molestos durante toda la noche, y que pidió resguardar su identidad.

Ya en horas de la madrugada, se desató una verdadera batalla campal, que incluyó piedrazos y botellazos tanto a los autos estacionados en las calles como a los frentes de las viviendas. “Llamamos a la comisaría 2da. de Ranelagh y Control Urbano, pero no vino nadie”, aseguraron los damnificados. Las corridas en las calles, los gritos y peleas a golpes de puños pusieron en alerta a los vecinos, que cargaron con todo contra la Policía: “En la comisaría sabían que esto iba a ocurrir, y así y todo se hicieron los bol…. Necesitamos policías que cuiden a la gente, no que hagan la vista gorda cuando ocurren este tipo de cosas”, reclamaron. Horas después, se supo que durante la fiesta clandestina un joven de 23 años recibió una puñalada en la zona del tórax, por lo que tuvo que ser atendido en el hospital Evita Pueblo, aunque se encuentra fuera de peligro.

Otro de los episodios que generó preocupación e indignación ocurrió en el límite entre Sourigues y Ranelagh, más precisamente en el puente de Avenida Vergara y las vías del Ferrocarril General Roca, donde cientos de personas (en su mayoría jóvenes) se reunieron, sin respetar el distanciamiento ni el uso obligatorio de tapabocas, para celebrar la llegada de Año Nuevo. Al igual que en la otra celebración, ni policías ni personal municipal se hicieron presentes pese al pedido de los vecinos. “Nos cansamos de llamar, pero no nos dieron bolilla, es una risa cómo nos piden que denunciemos pero cuando avisas no vienen, parece a propósito”, se quejó Justo Aníbal, vecino de la zona. “La mayoría eran pibes que, por lo visto, no les preocupa si se contagian y después matan a alguien de su familia que esté en el grupo de riesgo. Es increíble cómo la sociedad no toma conciencia de lo que está ocurriendo con este virus (en relación al Covid19)», protestó el mismo vecino.

Esta situación llega en momentos en que el gobierno analiza implementar un «toque de queda sanitario» como medida para evitar las grandes aglomeraciones y, así, un posible rebrote de casos o la tan temida “segunda ola”. De hecho, provincias como Chaco y Formosa ya lo habían dispuesto al cierre de esta nota, mientras se aguarda por la decisión del gobernador Axel Kicillof de aplicar restricciones, al menos, en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

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