La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por causar dolores musculoesqueléticos generalizados. Es una afección orgánica que acompaña esos dolores con trastornos como: fatiga, cansancio, rigidez articular, cefaleas, alteraciones en el sueño, dificultades en la memoria, depresión, ansiedad, entre otros», describió el médico.
«Hace 20 años se conocía muy poco sobre esta enfermedad y en la actualidad es muy común, de hecho es la segunda enfermedad después de la osteoporosis. Según las estadísticas la padecen personas de entre 20 y 60 años, y de cada 9 pacientes, afecta a 8 mujeres y 1 hombre», detalló.
Actualmente no existe una prueba concreta que confirme su diagnóstico (ni análisis de sangre, ni radiografía, ni tomografía) y el tiempo hasta tener un diagnóstico definitivo puede alargarse, ya que muchos síntomas de la fibromialgia son frecuentes en otras afecciones. En este sentido, el especialista explicó: «El diagnóstico es por exclusión con otras enfermedades. El paciente pasa por varios estudios de otras afecciones, por ejemplo, las reumáticas y dan negativo; asimismo cumple con una serie de 11 indicios: colon irritable, contractura, dolor de cabeza, ansiedad y depresión, entre otras, se puede llegar a confirmar que es fibromialgia».
«Aunque no se sepan los motivos exactos, sí que hay una serie de factores que pueden actuar como desencadenantes, como haber sufrido una situación traumática en la infancia, un accidente o un problema grave. En general se da en aquellas personas que generan mucho estrés. Es muy difícil prevenirla, por lo general el o la paciente que ingresa al consultorio ya tiene la enfermedad», indicó.
En cuanto al tratamiento, Pedrueza mencionó: “Es una enfermedad que hasta el momento no tiene cura. Lo que se intenta es controlar el dolor y los demás síntomas con el fin de mejorar la calidad de vida de la persona. Esto se logra con fármacos y terapias: alternativas, ocupacional y psicológicas. También con cannabis medicinal, acupuntura, ejercicios físicos y conciencia en los cambios de hábitos, etc”.
Y aclaró: «Cada paciente es diferente, hay remedios que para algunos son efectivos y para otros no. No es una patología fácil de tratar desde un solo profesional, es un tratamiento multidisciplinario en el que intervienen médicos clínicos, reumatólogos, kinesiólogos, psicólogos y profesores de educación física, entre otros».
No existen causas específicas conocidas que produzcan la fibromialgia, sin embargo, parece que los genes podrían tener un papel relevante y hacer que algunas personas tengan una mayor predisposición a padecer esta enfermedad. Al respecto, el profesional dijo: «Las investigaciones, por un lado, son genotípicas, es decir que se está analizando la información genética. Por el otro, son fenotípicas, que se relaciona con la copia de actitudes de los padres, es decir, si la persona que lo crío sea biológica o no, tenía algún trastorno, por ejemplo, depresión».
Por último, Pedrueza apoyó la lucha por la «ley de fibromialgia» para que el país la reconozca dentro del Programa Médico Obligatorio y con ello el acompañamiento para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
«El sistema de salud tiene que reconocer a la fibromialgia como enfermedad y los pacientes deben ser atendidos como pacientes enfermos, no como personas con problemas psicológicos», sostuvo.
«Hay gente que sigue pensando que es una afección exclusivamente psicológica y no lo es, es orgánica. Los enfermos tienen dolores, sufren y la pasan mal. Es necesario que los médicos acepten que es una enfermedad y la traten como tal. Además, las obras sociales tienen que garantizar una cobertura», concluyó.
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