Nació el 16 de marzo, 69 atrás, y era hijo de polacos. Sus padres, que llegaron de muy jóvenes a Berazategui, unieron esfuerzos con otros de la misma colectividad para levantar la sede de la Sociedad Polonesa de Berazategui, ubicada en calle 13 N° 5226, y que hoy tiene 80 años aproximadamente.

«Era una persona absolutamente generosa, trabajadora, que siempre estaba ocupándose de todo. Era el corazón de la institución que ahora está parada por la pandemia, pero él mismo organizaba festivales, comidas para juntar fondos. Se hacían almuerzos tres o cuatro veces por año con platos típicos de Polonia. Andrés preparaba el Chukrut, que era un manjar, y después se hacían los pierogi, una pasata rellena de puré, ricota y panceta, por ejemplo…venía un montón de gente y había conjuntos de baile. Después se hacía la fiesta de Reyes Magos, donde conseguíamos juguetes para donar y Andrés se vestía de Papá Noel. Momentos inolvidables, igual que las veces que se armaba la Feria y él preparaba de todo», recordó con nostalgia Bárbara Maleszko, secretaría de la entidad polaca y tesorera de las Colectividades.

Szymborski tenía un emprendimiento gastronómico familiar, estaba casado con Cristina y tenía tres hijos. Estaba preocupado por el tiempo que hacía que la Sociedad Polonesa estaba cerrada,  cansado de lidiar con tantos compromisos, por eso ya había expresado su voluntad que sangre más joven pudiese hacerse cargo de ella. «Es difícil a veces porque se fue perdiendo el espíritu que tenían las viejas generaciones como nosotros. Pasa en todos lados y entristece», narró Bárbara.

No hubo despedida, solo algo íntimo, familiar. Sin duda Andrés marcó una época y su repentina muerte demandará cambios en las dos instituciones que fueron una parte importante de su vida.

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