Valen recordar algunas de las visitas que realizó a Berazategui. Una de ellas fue a la inauguración del Hospital Evita Pueblo, el 4 de noviembre de 1994. Otra fue a un Torneo de Golf a beneficio del nuevo nosocomio, cuando jugó con el maestro Roberto De Vicenzo, a quien le profesó durante toda su estadía una profunda admiración. También se acercó al Club Social para aportar aparatología para el hospital y estuvo presente el día que se inauguró la avenida Dardo Rocha.
El Hospital Evita Pueblo se inauguró el 4 de Noviembre de 1994. En el acto protocolar se hicieron presentes Menem, que era el presidente de la nación, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, doctor Eduardo Duhalde, y el entonces ministro de Salud Bonaerense, doctor Juan José Mussi, que fueron recibidos por el Intendente local, doctor Carlos Alberto Infanzón.
Menem fue un hombre polémico, que estuvo presente en la política argentina de los últimos 50 años. Visitó al general Juan Domingo Perón en España y tuvo innumerables aliados del gremialismo nacional, quienes lo fortalecieron para llegar al sillón de Rivadavia.
«Recuerdo que lo recibimos con don Roberto (De Vicenzo) y fuimos directamente al salón chico del golf, donde nos esperaba la comisión directiva del Ranelagh Golf Club. Menem sabía muy bien a qué venía. Era un torneo para juntar fondos para el hospital y hubo muchísimas inscripciones gracias a su presencia. Charlamos y cuando tenía que cambiarse no quiso ir al vestuario, solo pidió un lugar y que haya menos gente. Entonces nos quedamos Roberto, Juan Bach, que era el presidente del Club en aquel momento, y yo. Se le notaba mucho la admiración que tenía por el maestro y también lo que sabía de golf. Fue una charla agradable, como de grandes amigos. Allí se puso una chaqueta amarilla, una vestimenta que lo distinguía del resto de los competidores que rondaban en el campo», recordó Ariel López, ex secretario de Cultura local, que coordinó la visita del riojano.
Otra de las anécdotas de la jornada fue que había mucha gente en los alrededores del campo de golf, que le pedía al entonces Presidente de la Nación un saludo. «El no tenía problema, salía del protocolo e iba hasta el alambrado, cosa que ponía muy nerviosa a la custodia presidencial por los riesgos que eso significaba», rescató el ex funcionario.
Carlos Menem no se quedó a la entrega de premios, pero se mostró a gusto y muy divertido durante el torneo en el que participó. Algo que era usual en él, ya que disfrutaba de estar cerca de las figuras del deporte nacional.
De contextura delgada, todos lo recuerdan como un hombre de carácter, «elegante», de mirada firme, y muy amigo de sus amigos.
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