El dirigente Norberto Filippi es el representante de Berazategui en el Comité de Gestión que se conformó para la defensa del Parque Pereyra Iraola, declarado en 2007 Reserva de Biósfera por la Unesco. Involucrado hace años con la defensa del medio ambiente, Filippi trabaja en las escuelas intentando concientizar sobre la necesidad de defender este espacio natural conformado por 10.248 hectáreas, de las cuales solo 800 son de uso público, otras tantas están cedidas a varios organismos – sin revisión- y otra porción está usurpada por unas 5.000 familias que trabajan la tierra, a quienes no se les exige un canon y que lentamente van contaminando la tierra con combustibles y agrotóxicos.
En tanto, en los últimos meses se sumó otra preocupación. El ministerio de Asuntos Agrarios y la facultad de Ciencias Forestales de la UNLP firmaron un convenio para el despunte de un sector compuesto por 200 hectáreas, donde la papelera Massuh había plantando eucaliptus en la década del 90 y solo había hecho uso de una parte. Con esa producción, según el proyecto, se harían viviendas sociales. El compromiso consiste en utilizar el 6 por ciento anual de esa plantación y reforestar el doble. «Pero hay mucha desconfianza y es lógico, porque acá nadie controla nada. Por eso las ONG reclaman y no aceptan que ese convenio se haga efectivo», reconoció Filippi, quien aclara que «la postura del municipio va más allá de la negación, sino que solicita básicamente que se generen políticas en torno a este sector, que esta en su mayor parte en territorio berazateguense. Que se realicen cortafuegos, que se haga un pozo de agua para actuar en caso de incendios y que se ponga custodia en el lugar. Porque el problema es que es una zona de difícil acceso, donde hay incendios intencionales y cada vez que los bomberos tienen que actuar no saben por dónde ingresar, no están los medios adecuados, ni nada. O sea, no estamos a favor de la tala, que tampoco, según el convenio, sería indiscriminada como muchas organizaciones dicen, pero lo cierto es que hoy lo que no se tala se quema», reclamó.
Filippi indicó además que el Parque sufre muchísimo abandono desde hace décadas, «esto es tierra de nadie -lamenta-. La gente arroja basura por todos lados, queman autos, los baños están destruidos, hay mucha inseguridad, y los guardaparques no son suficientes para toda la extensión que tiene el lugar, por más que se esfuercen todos los días. No hay fondos económicos para su cuidado y tampoco se sabe qué se hace con el dinero que aporta la UNESCO por ser Reserva de Biósfera. Por otro lado, la naturaleza también hace lo propio y hay muchas plagas, como la acacia negra, la ligustrina y las tacuaras que invadieron parte del territorio».
El dirigente señaló que la defensa del Parque también está enmarcada en el proyecto Mutual Berazategui 2050, donde Filippi está asesorando.
«Lo lamentable es que en medio de toda esta problemática están los quinteros que fueron llegando y ocupando el parque, muchos indocumentados, otros que viven en condiciones muy precarias y que son traídos para trabajar la tierra. Allí se utilizan agrotóxicos prohibidos que los enferman y después, cuando esos vegetales entran en la cadena de consumo, nos enferman a todos».
«El tema es extenso y hay muchas aristas. El tema es que es necesario que los organismos provinciales como el Ministerio de Asuntos Agrarios y la ex OPDS, el nuevo Ministerio de Ambiente, comiencen a trabajar y protejan el Parque, tienen que poner una gobernanza con un presupuesto acorde que sea público y transparente. Es urgente».
El parque es el pulmón del conurbano, y abastece a la región de oxígeno y aire puro. Es una barrera verde que hace de frontera entre la metrópolis superpoblada y el inicio de un ámbito amigable. Una selva marginal con bañados, humedales y pastizales pampeanos recostados sobre el río de la Plata.
El gobierno bonaerense conformó un Comité de Gestión que tiene que avanzar en los pedidos de la UNESCO, allí hay representantes de ONG de cada partido. Pero nunca se reunió y tampoco hay fecha para hacerlo, por lo que este reservorio de naturaleza está en peligro.
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