Dogo mata a un nene de 4 años en El Pato

Todo sucedió este último domingo en un predio ubicado en 645 y 530, cuando el nene, por causas que se desconocen, se acercó al perro que estaba atado. La familia de apellido Pirollo, aún no sale de su asombro, ya que según cuentan, “no era maltratado, ni sufría de violencia y era bien alimentado”. El nene fue atacado en su propia vivienda por uno de los perros que cuidaban la casa, junto con una hembra pitbull.

Hasta ahora no se sabe el motivo por el cual el perro atacó al nene, aunque un dato llamó la atención: que siempre estaba atado, dato que aportaron los vecinos quienes comentaron que seguramente “el nene se habría acercado con la sola intención de jugar con el perro”. En solo cuestión de minutos, el can lo tomo por los pies y le provocó mortales desgarros en sus miembros y su espalda, lo que le produjo daños irreversibles.

Su familia llamó de inmediato al 911 y efectivos del comando de Patrullas constataron las lesiones, pero los socorristas no pudieron llegar a tiempo a la Unidad Sanitaria de Juan María Gutiérrez, para poder revertir la situación. Además del personal de la sala de primeros auxilios participaron de la intervención efectivos de la Comisaría quinta de El Pato.

La noticia conmovió a todos los vecinos de esa zona quienes comentaron que la familia tiene “varios perros y que la mayoría de ellos son mansos, pero el Dogo Argentino siempre estaba atado, ya que su carácter era diferente, pero el nene era muy chiquito para tenerlo en cuenta”.

Consultados los especialistas, los perros de esta raza no suelen ser violentos frecuentemente salvo excepciones, aunque si hay que tener un cuidado especial y sobre todo brindarle libertad y un amplio lugar de esparcimiento. Señalaron que algunos de los motivos por los que un perro “Dogo o de cualquier raza  podría atacar a su dueño suelen ser: la falta de socialización, las enfermedades que pueda padecer, algún dolor que pueda tener sin poder expresarlo, el maltrato que reciba, la protección territorial, sentirse amenazado y hasta la inestabilidad emocional que suele ser evidente en algunas razas”.

El padre de la víctima, Martín Pirollo, estaba sumamente afectado por lo ocurrido, ya que el mismo se ocupaba del cuidado del animal, que en parte era utilizado para sostener la seguridad del predio donde vive la familia, en un sector alejado de la zona urbana, donde vivía Franceso junto a su hermanito y sus padres.