Es el momento en que quienes toman las decisiones políticas en las máximas esferas dan explicaciones de lo realizado y adelantan lo que va a venir. Uno de los temas que preocupaba y preocupa a los argentinos es el descongelamiento de las tarifas de servicios públicos.
Nadie quiere pagar aumentos “de golpe” cuando los salarios todavía no le ganan a la inflación.
En casi dos horas de discurso ante algunos legisladores presentes en la Cámara de Diputados bonaerense (el resto estuvo de manera virtual), Axel Kicillof anunció también que «desdolarizará las tarifas de servicios públicos». Esto significa que tanto Absa (Aguas Bonaerenses) como Camuzzi Gas Pampeana y Edelap, cuyas tarifas fija la Provincia, no atarán los precios al valor del dólar. Al igual que lo anunció Alberto Fernández en la Nación, que fija las tarifas de Edesur, Edenor, Metrogas y Aysa, por mencionar solamente las que llegan al Gran Buenos Aires.
No sólo acompañó la decisión del Presidente de desdolarizar las tarifas, sino que replicará esa medida en los servicios públicos en la provincia de Buenos Aires. «No se puede vivir con tarifas que no se pueden pagar», sostuvo, y recordó que en los cuatro años del gobierno de María Eugenia Vidal las tarifas eléctricas tuvieron incrementos de entre 1.800 y 3.000 por ciento.
Lo cierto es que todo lo que quedó “congelado” durante la pandemia ahora debe recuperar su valor de mercado para que sea viable. Cuando la decisión es que el aumento no lo pague el usuario, lo terminará pagando el Estado, con emisión y deuda.
El camino de la inversión parece alejarse cuando se toman decisiones que desalientan la confianza de posibles inversores. El grupo Vila-Manzano, que adquirió Edenor, tiene buenas relaciones con el Gobierno nacional y trabaja en un acuerdo que le permitirá solventar el déficit. Sin embargo, a mediano y largo plazo, este será un problema que deberán resolver las próximas gestiones.
En su discurso Kicillof también adelantó que tiene «la firme decisión de recuperar los recursos que le pertenecen a la provincia»; algo que todos los gobernadores dicen pero ninguno pudo concretar. Su plan para la reactivación de la economía bonaerense contempla como eje principal a la obra pública, para la que previó el 9% del presupuesto, el estímulo al empleo y una moratoria impositiva. La idea es fomentar el crecimiento de la demanda de la mano del Estado.
Adelantó que incluirá medidas fiscales y crediticias para fomentar el empleo y la producción, y agradeció a los legisladores por votar el presupuesto que contempla una inversión del 9% en obra pública.
Ese 9% representan 170 mil millones de pesos destinados a obras hidráulicas, de agua, cloacas y viviendas, entre otras. Habrá una moratoria general de impuestos patrimoniales para los sectores afectados por el coronavirus, condonación de intereses y una ley de monotributo unificado para simplificar el pago de Ingresos Brutos de esos contribuyentes. Desde la Provincia ven al 2021 como el año del renacimiento. Ojalá así sea.
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