Luego de que en junio del año pasado el Grupo Rosales se apoderara de Garbarino en medio de la crisis que atravesaba esa compañía, la firma ahora analiza desprenderse por completo de todos sus locales de venta y atención al público (quedan unos 70 en todo el país, con 3500 empleados) para operar a la manera de, por ejemplo, Mercado Libre. Es que el panorama se presenta cada vez más complejo: deudas, reclamos de clientes que se acumulan y la presentación en concurso de acreedores avizoran un panorama aún más oscuro si no se reducen al mínimo los gastos.
“La realidad es que hoy no podemos hacer frente al pago de los salarios y solo mantenemos unos 70 locales que abren en forma intermitente, porque no tenemos mercadería. Frente a este panorama no nos queda otra opción que cerrar los locales y mantener toda la operación online”, explicaron en el grupo al sitio La Nación. “La idea es mantener funcionando 12 locales de Compumundo, porque se trata de tiendas más chicas, con alquileres mucho más económicos y menos empleados”, señalaron.
De acuerdo con información expedida por el propio Grupo Rosales, Garbarino acumula una deuda cercana a los $10.000 millones con un consorcio de bancos y las principales empresas fabricantes de electrónica y electrodomésticos.
En ese marco, un grupo de trabajadores de la empresa realizaron una marcha a Plaza de Mayo para exigir la continuidad de sus puestos laborales. Fue así como lograron ser recibidos por el propio presidente Alberto Fernández, quien se comprometió a “encontrarle alguna solución al problema, a acercar a algún inversor o a ofrecerle créditos blandos del Banco Nación”, según expresó Domingo Fernández, uno de los delegados de las trabajadores, a la salida de esa reunión. “Se hizo mucho hincapié en mantener la fuente de trabajo y nos prometieron una respuesta a la brevedad”, agregó.
Erica Salazar, otra de las trabajadores presentes en la reunión con el Presidente, indicó que le expresaron que “Lo único que cobramos es el Repro, que son $22.000. Le planteamos esto y se comprometió a mejorar esa ayuda, ya que no cobramos nada más”. En ese sentido indicó que el mandatario “estaba muy sorprendido por la situación a la que llegó Garbarino, la empresa líder de retail. Lo notamos preocupado, con ganas de ayudarnos y todo el tiempo se mostró involucrado. Le contamos que si bien éramos 4.500, muchos trabajadores se fueron, quedamos casi 3.000. Fue productiva la reunión, tantos meses de lucha dieron sus frutos».
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