El lunes, luego de una extensa reunión que duró varias horas, los representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) no llegaron a un acuerdo con las autoridades nacionales y las empresas del sector, y se hizo efectivo el paro total de colectivos en el interior del país que estaba previsto para este martes, aunque a partir de negociaciones de última hora, se levantó la protesta en la ciudad de Buenos Aires y en el AMBA, que en un principio también iban a estar incluidos.
La medida de fuerza comenzó a las 00:00 del martes, se mantuvo durante todo el día y afectó a las líneas de corta y media distancia que circulan por las provincias, y si bien en un principio también iba a alcanzar a las que lo hacen por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), se llegó a un arreglo para garantizar el servicio en esta zona.
De todas maneras, la frecuencia de micros en el Área Metropolitana no se desarrolló de forma normal. Las versiones que en un primer momento confirmaban la medida de fuerza, hizo que cientos de choferes se fueran a dormir con la idea de que al día siguiente no se trabajaba. Resultó complicado para el gremio avisar a todos sus conductores a altas horas de la noche que el paro finalmente no se efectuaba por estos lares.
Por lo tanto, si bien había servicios su frecuencia se redujo. Lo que también perjudicó a estudiantes y trabajadores que tenían que abordar el transporte público.
La determinación de la huelga se había producido en medio de un conflicto que se inició hace varios meses en reclamo de un aumento salarial, razón por la cual este lunes el sindicalista Roberto Fernández de la UTA volvió a reunirse con funcionarios del Ministerio de Trabajo y con las cámaras empresarias del sector, pero las negociaciones no habían prosperado.
En esta oportunidad, la cartera laboral, encabezada por Raquel «Kelly» Olmos, ya no pudo exigir la extensión de la conciliación obligatoria que regía hasta el momento, por lo que el cese de actividades de los colectiveros era inevitable.
Igualmente, se dispuso un «cuarto intermedio» para volver a dialogar el miércoles 14 de junio a las 13:00, aunque el gremio aclaró que iba a llevar a cabo el paro por 24 horas.
La UTA exigía cobrar un incremento retroactivo para que el básico desde abril último sea de 262 mil pesos, además de un bono por única vez y no remunerativo de otros 32 mil pesos y viáticos diarios para todos los trabajadores del sector.
Cerca de la medianoche del lunes, desde la UTA informaron que «en atención al dictado de la Resolución Conjunta por los Ministros de Trabajo y Transporte de la Nación, que han otorgado los incrementos salariales pedidos únicamente para los trabajadores del Área Metropolitana de Buenos Aires, se ha resuelto el levantamiento de la medida de acción gremial en el AMBA».
Por su parte, en el interior del país el paro fue inevitable pese a que el Ministerio de Transporte de la Nación había ratificado que ya se hizo el pago del fondo compensador dispuesto por la ley de presupuesto.
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