La Sociedad Americana de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) seleccionó este año a once investigadores jóvenes de todo el mundo para reconocer su labor e impulsar proyectos de investigación, una de ellas es María Florencia Cayrol, científica del CONICET que trabaja en el Laboratorio de Neuroinmunomodulación y Oncología Molecular del Instituto de Investigaciones Biomédicas (BIOMED, CONICET-UCA). Es marplatense, pero estudió en la UNQUI.

La científica fue galardonada con el Global Research Award 2024. Consultada Cayrol expresó: “Haber obtenido el Global Research Award es un paso muy importante en mi carrera, ya que lo que se evalúa en primer lugar es el proyecto científico y luego los antecedentes”.

“Es un programa que financia proyectos en el área de Hematología. Hace seis años que se da a nivel global y dan entre diez y quince financiamientos, según el año. Es re competitivo porque no es sólo para cáncer, sino que es Hematología en general y muchas personas trabajan en el campo. Y desde la Sociedad de Hematología buscan que investigadores jóvenes que están en la transición de tener su laboratorio y su propio grupo de investigación puedan lograrlo. Es un proceso en el que cada uno plantea su proyecto, los objetivos de trabajo y a qué se destinará el dinero durante tres años”, detalló luego la doctora.

“Es sentir un respaldo importante por profesionales del área de la hematología con mucha experiencia, que suman a la confianza que uno debe construir para poder generar una línea de trabajo y un grupo de investigación independiente”, añadió y puntualizo: “Estamos en un parate importante y tener el resultado de que voy a tener financiación desde afuera después de un año, ya que uno siempre tiene que buscar financiación por todos lados, me dio un poco de alivio a nivel personal. Pero no quita que la situación sea preocupante”, expresó luego.

Luego de este reconocimiento que fue otorgado el mes pasado, Cayrol comenzará a trabajar con dos becarias para desarrollar la investigación durante los próximos tres años, mientras que en ese proceso deberán evaluar, viajar al exterior y enseñar los resultados, lo que consideró que es “un ida y vuelta enriquecedor”.

“El rol de las hormonas tiroideas en la remodelación de la cromatina: Impacto en la terapia con inhibidores de histonas deacetilasas para el tratamiento de linfomas de células T” es el nombre del proyecto ganador. El propósito final al que aspiramos con nuestros estudios es encontrar tratamientos para curar a los pacientes con linfoma de células T (LCT), un tipo de cáncer hematológico muy agresivo”, puntualizó la investigadora.

La científica realiza estudios enfocados directamente en los pacientes. “Las hormonas tiroideas son muy importantes para todas las funciones metabólicas de todo el cuerpo y en la fisiología general, pero hace 20 años se descubrió que en un contexto de cáncer hay un mecanismo por el cual contribuyen al comportamiento maligno de los linfomas T y por lo tanto pueden interferir con la eficacia de la quimioterapia y otros tratamientos aprobados para pacientes con esta patología” indicó.

“Si descubrimos los mecanismos moleculares por los cuales las hormonas tiroideas disminuyen la eficacia de determinados tratamientos, podríamos plantear como estrategia terapéutica el desarrollo de fármacos que reviertan las acciones no deseadas de esas hormonas sobre los linfomas de células T y otros tipos de cáncer. A eso nos dedicamos, a producir el conocimiento necesario para mejorar esas terapias y también desarrollar tratamientos novedosos”, explicó también Cayrol quien es licenciada en Biotecnología de la Universidad de Quilmes y doctora de la Universidad de Buenos Aires.

En el proyecto seleccionado para recibir financiación, se propone que en el caso de un tratamiento basado en inhibidores de unas proteínas denominadas “histonas desacetilasas” las hormonas tiroideas favorecerían su eficacia. “Según resultados preliminares in vitro las hormonas tiroideas tendrían un efecto positivo en el contexto de esta terapia. Con el apoyo del premio internacional, nos interesa validar este hallazgo en estudios preclínicos”, afirmó la investigadora.

Cayrol indicó que su proyecto de investigación “se centrará en la identificación de mecanismos genéticos y moleculares que ayuden a explicar en qué casos las hormonas tiroideas tendrían un efecto negativo o positivo en la respuesta de los pacientes a diferentes terapias disponibles con el fin de proponer estrategias que mejoren esos tratamientos. También nos interesa contribuir al desarrollo de terapias novedosas, más específicas y eficaces” explicó. Y concluye: “El objetivo principal y más importante de todos nuestros estudios es llegar a los pacientes, encontrar terapias que sean más eficientes, que tengan efectos secundarios menores y mejoren su calidad de vida”.

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