Luego de la selección de los 16 participantes que ya empezaron a concursar por el título de la tercera edición de programa, arrancó la competencia y ella fue la primera ganadora de la medalla de oro, el premio que le otorga el jurado del reality que se emite por TELEFE a quien presenta el mejor plato de la jornada y evita la primera gala de eliminación.
Candelaria es nacida en La Plata, tiene una hija pequeña, y se lució con un budín de zanahoria con gajos de naranja y cubos de mango, acompañado de una ganache de chocolate y rociado con un almíbar al coñac. La joven desde hace tiempo sueña con poder dedicarse profesionalmente a su pasión: la cocina, ya que según ella misma confiesa, «cocinar me sana el corazón”.
Con una figura casi perfecta, sacude las redes, bien desinhibida. Allí se define como fanática de “dormir, comer rico y el stand up”, y comparte fotos en las que se la puede ver en momentos cotidianos junto a su hija o trabajando en la cárcel.
«Me pone muy feliz estar en el programa. Me ayuda mi hermana, mis compañeros de trabajo y amigos, todos los que confiaron en mí. Detrás mío hay muchas manos”, confió luego de haber superado la preselección.
En su primer programa, la consigna era preparar un plato que tuviera algo horneado y una textura cremosa, en base a ingredientes que los propios participantes hubieran llevado. Candelaria hizo un puré de zanahoria y batata con coliflor asada al horno y, aunque perdió con su rival, fue muy elogiada por Betular, que dijo que su plato era “Masterchef” y tuvo una nueva chance. Con un puré de zapallos rústico sobre salsa de tinta de calamar y con calamaretis, obtuvo la plaza definitiva en la competencia.
Después de eso, el comienzo no pudo ser más alentador. El budín de zanahoria y naranja que le valió la medalla de oro también enamoró a Damián.
En su cuenta de Instagram, Candelaria Sorini recibe muchos elogios por su figura y su belleza, y hay muchos que le sugieren dedicarse al modelaje publicitario, pero ella asegura que sus sueños están concentrados en la cocina “Espero que me tengan en cuenta, realmente sería un sueño y espero que me abran las puertas para poder estudiar gastronomía, que es algo que es costoso y en este momento de mi vida no es una prioridad, pero es una materia pendiente”.
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