ANSES confirmó que a partir de junio comenzará a regir el segundo aumento trimestral de 2022, equivalente a 15% para jubilaciones, pensiones y asignaciones. Con este alza acumularán en un año 63% de recomposición en el marco de una altísima inflación. Sin embargo, para la mayoría de los jubilados consultados el incremento no es suficiente, sobre todo para quienes cobran «la mínima».
A través de un comunicado, el organismo explicó: «Este aumento del 15 por ciento es ampliamente superior (5,2 puntos porcentuales) al que se hubiese otorgado en el mismo período mediante la fórmula anterior (9,8 por ciento). De esta manera, la nueva fórmula de movilidad, en los primeros 18 meses de aplicación tuvo 17,7 puntos porcentuales por encima de los que hubiese dado la fórmula previa (97,1 por ciento vs. 79,4 por ciento).
Vale decir que con este aumento, el haber mínimo a partir de junio ascenderá a 37.524,96 pesos, cuando en diciembre de 2019 era de 14.068 pesos (167 por ciento de incremento total).
«Realmente, por más que aumenten, sigue no alcanzando lo que pagan de jubilación. Sigue siendo una vergüenza. Quienes ganan la mínima solo pueden comprar medicamentos, porque no todo lo cubre PAMI. Hay gente que alquila…como podrían llegar a fin de mes si todo está carísimo», admitió Nardo Scoponi, del Centro de Jubilados Celeste y Blanco.
Tanto para él como para otros jubilados consultados, «la mínima debería al menos estar en 60 mil pesos, más cerca de la canasta básica. Sería más lógico, para que la gente mayor pueda alimentarse bien y llegar a cierta edad sin tantas limitaciones».
Scoponi explicó que lo primero que se vio afectado a medida que fue alejándose la jubilación de la inflación, fueron los viajes. «Me acuerdo que hace unos años la gente viajaba más. Buscaba algún destino que no conocía… hoy solo buscan viajes cortos de 2 o 3 días como máximo, de valor bajo y que encima solo pueden abonar en varias cuotas. Están pagando viajes que van a hacer en cinco o seis meses, porque de otra forma no pueden».
El tradicional centro prepara comidas con baile todos los jueves. «Tratamos de hacer comidas accesibles para que todos puedan pagarlas. Es mínimo lo que ganamos, pero la idea es que la gente se distienda, la pase bien y pueda volver…»
Para muchos de los consultados, el nuevo incremento «es muy pobre». «Piensen que estamos cobrando un poco más que un planero, que no tiene responsabilidad y que su único trabajo es ir a las marchas que le mandan. Mientras que muchos de nosotros trabajamos desde la madrugada hasta la noche durante 30 años, aportando al país para que no nos tengan en cuenta».
Juan, otro de los entrevistados señaló: «Todo es un desastre, PAMI no da respuestas, los médicos te tratan mal, ANSES se ríe de nosotros, a muchos jubilados les sacan plata por seguros que no pidieron… los bancos hacen lo que quieren con lo poco que cobramos. Cuántos hay que ni siquiera se dan cuenta. Llegar a viejo en Argentina es cruel, porque nadie nos respeta».
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