Por el momento, será hasta las 23 horas. La medida se extiende a quienes tienen patios internos de mas de 15 metros cuadrados. Todos, sin excepción, tuvieron que pedir un análisis para ocupar la vereda que lo realizó personal de Habilitaciones comerciales. Sin embargo, ya hubo denuncias y algunos no respetaron las medidas estipuladas.
Las autoridades pidieron que no hubiese música ambiental, por ejemplo, que no se presenten números artísticos y que no haya mesas dentro de los locales puntualmente, aunque esto fue trasgredido por algunos.
Además, las mesas solo pueden ser utilizadas como máximo para cuatro personas y las medidas de higiene y seguridad deben repetirse cada vez que se vaya un cliente.
Este fin de semana, los locales recibieron, después de casi siete meses, a los clientes. Pero no todo salió como se esperaba. En algunos lugares, según denunciaron los vecinos, esta apertura fue mayor a lo estipulado, ya que la cantidad de clientes por mesa superaron lo permitido y no se respeto el horario de cierre en todos los casos.
Aunque la noche del sábado y domingo, estuvieron acorde a lo que se necesita para una salida al aire libre y previo al día de la primavera los negocios recibieron a gran cantidad de clientes que esperaron con ansias la habilitación de los bares, que ya abrieron en el centro porteño hace dos semanas.
En una recorrida rápida, se vio que muchos locales dispusieron las mesas bien distanciadas pero no en todos los casos respetaron la cantidad de comensales permitida, ni la necesidad de no poner música para que puedan escucharse mejor y no arrimarse.
Uno de los locales que resulto señalado fue «La Frida Bar», ubicado en 148 y calle 6, que prometía ser «el lugar ideal para compartir con amigos» y que esta abierto de 15 a 23. Este lugar que se califica como «el más divertido» siguió captando adeptos en las redes sociales, haciendo sorteos, vivos, delivery y take away con los platos favoritos. Antes de la pandemia, era uno de los lugares que mas convocaba a la movida local, pero la vuelta no resultó del todo tranquila según algunos vecinos, ya que no respetó el total del protocolo dispuesto, por lo que fue denunciado.
También otros, que no tenían el lugar suficiente para recibir a los clientes, decidieron por su cuenta darles un sitio en el interior, cosa que está prohibido por ahora.
Se entiende que estuvieron esperando durante muchos meses esta apertura y que debido a los gastos que no podían solventar estaban al borde del abismo, pero se espera que se contemplen las reglas para no sufrir un nuevo cierre.
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