El sistema de salud argentino enfrenta una preocupante crisis sanitaria tras la muerte de 15 pacientes y la afectación de al menos 66 personas por el uso de fentanilo contaminado, un potente opioide utilizado en tratamientos de dolor agudo y anestesia. La mayoría de los casos se registraron en el Hospital Italiano de La Plata y en centros médicos de Rosario, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires, y la situación mantiene en alerta a hospitales de al menos 11 provincias.
El foco de la investigación está puesto sobre el laboratorio HLB Pharma, proveedor del fentanilo cuestionado, junto con otros medicamentos como morfina y propofol, también bajo revisión. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) suspendió su producción, clausuró la planta y pidió el retiro inmediato de todos los lotes comprometidos.
El caso comenzó a tomar estado público a principios de mayo, cuando nueve pacientes fallecieron en el Hospital Italiano de La Plata tras recibir medicación intravenosa. Las muestras de fentanilo analizadas revelaron la presencia de bacterias como Klebsiella pneumoniae MBL y Ralstonia pickettii, capaces de provocar infecciones graves en pacientes inmunocomprometidos. Estas bacterias no forman parte de la flora hospitalaria habitual, lo que sugiere una contaminación durante la fabricación o el envasado.
La Justicia Federal, a cargo del juez Ernesto Kreplak, investiga al laboratorio HLB Pharma y a sus socios logísticos. Se realizaron allanamientos en sus plantas de producción ubicadas en Buenos Aires y Ramallo, así como en la droguería rosarina Nueva Era, que distribuía medicamentos al hospital de La Plata. Además, se solicitó documentación a la ANMAT para determinar cómo se emitió la alerta sanitaria y qué medidas se adoptaron para contener el brote.
El Instituto Malbrán y el INAME analizan actualmente más de 30 muestras clínicas y ampollas para determinar el alcance de la contaminación.
En paralelo, San Luis reconoció haber encontrado más de 170.000 unidades de medicamentos de HLB Pharma en su sistema de salud, valuadas en 146 millones de pesos, y ordenó su inmediato retiro. El PAMI también activó un operativo de retiro de los productos distribuidos por esta firma.
En tanto, en Berazategui, aún no se informó oficialmente si hospitales o centros de salud locales adquirieron lotes provenientes del laboratorio implicado, aunque el monitoreo continúa a nivel provincial.
Los lotes comprometidos incluyen:
- Fentanilo 0,05 mg/mL x 10 ampollas (lote 23F21)
- Morfina 10 mg/mL (lotes 22I13 y 23I09)
- Propofol 1% (lotes 22J10, 23C28, 23E12 y 23H08)
La ANMAT instó a no utilizar ninguno de estos medicamentos y a denunciar su presencia en instituciones o farmacias.
Las autoridades sanitarias recomiendan:
- Evitar el uso de medicamentos inyectables de origen dudoso.
- Consultar de inmediato ante síntomas o efectos adversos.
- Denunciar medicamentos sospechosos a través del sistema de farmacovigilancia de la ANMAT.
El fentanilo, entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, debe administrarse bajo estricta supervisión médica. Su uso indebido o contaminado puede provocar adicción, sobredosis e incluso la muerte.
Este brote expone fallas graves en la trazabilidad, fiscalización y control sanitario del sistema de salud.
Hacé tu comentario