Familiares y vecinos se manifestarán este viernes a partir de las 11 horas frente a la Fiscalía Av. 14 N.º 3789 para pedir justicia por Iñaqui Bohn Rioboo, el niño de 11 años que falleció electrocutado cuando tocó una farola en el barrio privado Altos Hudson II en el año 2017.
Magadalena Rioboo, mamá de la víctima, publicó una carta que expresa: «Para la pérdida de un hijo, no hay palabras, solo hay un dolor que se encarna formando un vacío que hasta el aire que entra en el cuerpo duele y te ahoga. Llevar ya tres años sin él y tener que seguir en la lucha de que todo esto no quede impune, produce aún más dolor. Intento y lucho por no llenar mi cabeza de broncas y odio, esperando y confiando que al fin se haga justicia».
La familia apunta que la responsabilidad es de Altos Hudson II; también está imputado en la causa el electricista Rubén Levy, y la causa está caratulada como homicidio culposo.
«No quiero dejar de creer que tiene que llegar. Pero la verdad es que ya pasaron tres años. Y es muchísimo tiempo. No quiero seguir más así… Necesito y pido por favor que la fiscal y el juez trabajen para que los responsables queden presos. Está todo comprobado, que Iñaki murió por negligencia de ellos. Que pensaron primero en hacer dinero y no en la seguridad de los demás», escribió la madre.
«Se llevaron la vida de un niño de 11 años, que planeaba su cumpleaños, empezar su secundaria, jugar al fútbol y crecer con todo el amor que nos daba y le dábamos. A nosotros, los padres, y a familiares nos dejaron rotos de por vida, no hay día que no lo nombremos y extrañemos. Desde que él no está nada fue igual», agregó.
«El viernes nos vamos a reunir a las 11 de la mañana frente a la fiscalía de Berazategui de forma pacífica, para que nos vean y nos escuchen que seguimos y estamos de pie, unidos pidiendo justicia por él», manifestó Magdalena.
La emotiva carta se hizo eco en las redes sociales y los medios de comunicación, por lo que la familia espera una masiva concentración de gente en la puerta de la fiscalía.
El hecho ocurrió el 22 de febrero del 2017 cuando Iñaki estaba jugando con seis amigos en la pileta de uso compartido entre los departamentos 199 y 200 del barrio privado (Altos de Hudson 2); algunos de ellos se retiraron y quedó con solo uno de ellos. En un momento la pelota salió de la pileta, Iñaki fue a buscarla y rozó a la farola, lo cual le provocó una descarga eléctrica. Asistieron al lugar una ambulancia y paramédicos quienes intentaron reanimarlo hasta llegar al UPA de Hudson, pero a pesar de ello, el menor falleció.
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