Una de las medidas restrictivas para evitar la propagación del virus que más afectó y afecta la vida cotidiana de las familias argentinas es la suspensión de clases presenciales en todos los niveles. A medida que se fue habilitando la apertura de otros rubros, la vuelta a la escuela sigue en discusión. Es una de las actividades que más circulación de personas genera.
Mientras desde la Ciudad de Buenos Aires se propone retomar clases presenciales en espacios abiertos para aquellos alumnos que perdieron todo contacto con la escuela, en la Provincia de Buenos Aires se lanzó un programa de fortalecimiento educativo y se convocó a docentes suplentes y a estudiantes de carreras de docentes para dar clases domiciliarias dos veces por semana a los alumnos que se desvincularon del sistema en estos meses.
En la Provincia aseguran que 9 de cada 10 chicos continuaron con su actividad escolar desde el inicio del aislamiento social obligatorio. La idea es contactar a ese 10 por ciento para volver a incluirlo.
En el nivel nacional analizan protocolos para un posible regreso “seguro, progresivo y escalonado” y la prioridad está puesta en los alumnos que este año finalizan los ciclos primario y secundario. A la Ciudad le permitirían la vuelta presencial de los 6.500 chicos que perdieron todo contacto con la escuela, en tanto que para el resto de las provincias la apertura estará sujeta a la propuesta que realice cada una. Hasta el momento sólo La Pampa, San Luis y Formosa imparten clases presenciales a los cursos de final de ciclo.
En la administración bonaerense hay más incertidumbre que certeza. Más de 4 millones de familias desconocen si sus hijos seguirán con clases virtuales o no, lo que complica numerosas actividades y también impacta en el ingreso, ya que alguno de los dos padres debe quedarse en casa para cuidar de sus hijos.
Ante el cambio de postura del Gobierno nacional, que comenzó a mostrarse más flexible y abrió el diálogo para el regreso, desde La Plata evalúan reabrir las escuelas en los 16 municipios con menor circulación del virus, de un total de 135. Allí volverán primero los chicos que egresan y en días salteados.
En tanto, las escuelas privadas intentan sostener la matrícula en un marco de enorme incertidumbre. Un proyecto de ley que ya tiene media sanción en la Legislatura bonaerense les daría un poco de “aire” aliviando algunas cargas impositivas. Y paralelamente se comenzó a discutir el aumento salarial docente, que como ocurre con estatales y judiciales, todavía no llegó a un acuerdo.
Sería importante que el Gobierno de la Provincia comience a dar certidumbre tanto al sector educativo como a los alumnos y sus familias.
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