Gabriel Lugones es el director del Torneo Evita, donde hay 58 clubes participando y 7.000 chicos jugando. Hoy están disputando la fecha 17 y ahora se preparan para la segunda mitad del torneo. Dentro del mismo intervienen 31 árbitros y decenas de delegados, subdelegados y planilleros. «Si sumamos todo, hay alrededor de 30 mil personas todos los domingos alrededor de este torneo que realmente nos enorgullece», sostuvo Lugones.
Después de dos años de pandemia lograron tener una temporada completa de actividades. «Nos pone muy felices que los chicos estén en la cancha nuevamente, siempre estuvieron conectados, pero de otra manera. El año pasado, para fin de año, hicimos un torneo amistoso zonal, en el que se pudo reclutar a los chicos para hacer algunas fechas, y este año empezamos como siempre», indicó Lugones, que además dirige el equipo de Arsenal y, anteriormente, lo hizo en Defensa y Justicia.
«Este año sumamos el campeonato de Evita Capitana, un torneo de fútbol femenino, con cuatro categorías. Ellas compiten los días sábados y estamos en la fecha 12. Están participando 3.000 chicas. Hace mucho que queríamos incluirlas, pero no se podía porque a los clubes les costaba juntar los equipos, pero este año al fin se nos dio», comentó el dirigente.
Dijo también que «las condiciones climáticas van ayudando» y que solo se suspendió una fecha por lluvia, que a su vez lograron recuperar.
Reglamento
Están estrenando un nuevo reglamento, que fue necesario armar en base a algunas necesidades que fueron apareciendo. «Antes, ante el mal comportamiento, castigábamos a la institución. Cuando sucedía algo se perdía la localía, y la verdad hoy significa un gasto importante, ya que un micro cuesta 18 o 20 mil pesos. Entonces, ahora, cuando el público, los jugadores o los delegados de una categoría se comportan mal la sanción va solo a esa categoría, y si tiene tres amonestaciones pierde los puntos. Entonces, si esto sucede, la responsabilidad recae solo para quienes se comportaron mal», contó, aunque admite: «El tema es que cuando la pelota comienza a rodar todos quieren ganar, es casi entendible. El fútbol es pasión, pero hay que encaminar ciertas situaciones. Los árbitros, por ejemplo, son los que más sufren, porque si aplican una sanción a un equipo, los integrantes se enojan, y si sanciona al otro se da a la inversa».
Los árbitros son elegidos puntillosamente. «Pedimos un curriclum, se les hace una entrevista. Sabemos que cuando van a la cancha son ellos solos y tienen mucha responsabilidad. Desde las 9 a las 19 horas están corriendo en los diferentes partidos. Es mucho sacrificio y a veces cuentan lo que les pasa en las jornadas y no lo podemos creer», relató Lugones.
Pospandemia
El funcionario indicó, además, que luego de la pandemia los chicos volvieron «más alborotados». Y agregó: «hablamos con profesores y nos expresan lo mismo. Parece que después del encierro los chicos llegaron más alterados, por eso tanto los árbitros como los delegados les hablan mucho. La idea es siempre contenerlos. Pero es real, volvieron un poco agresivos, y por eso hay que tener paciencia y guiarlos».
Cabe señalar que antes de la pandemia se incorporaron al Torneo los clubes Villa Real, San Marcos, La Prosperidad y Barragán. A su vez, este año el polideportivo de Los Manzanos quedó afuera del torneo porque no llegó a armar las diferentes categorías.
«Mucha gente de otros distritos me preguntan cómo hacemos en Berazategui para organizar el torneo y que se mantenga. Es un trabajo que realiza el intendente desde hace muchos años. Al comenzar el torneo, por ejemplo, este año se les entregó un subsidio de 35 mil pesos y elementos deportivos a las instituciones. Siempre se esta acompañando a los clubes y estamos atentos a sus necesidades».
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