Una de las medidas tomadas por la mayor\u00eda de los gobiernos para reducir la circulaci\u00f3n del COVID-19 fue la suspensi\u00f3n de la presencialidad en las escuelas durante 2020 y parte de 2021. Una respuesta casi universal. <\/p>\n\n\n\n

Tanto la UNESCO como el CIPPEC advierten que la prolongaci\u00f3n de esta medida, junto con el deterioro social y econ\u00f3mico que provoc\u00f3 la crisis sanitaria, tendr\u00e1 efectos adversos muy importantes en Am\u00e9rica Latina y el Caribe sobre la escolarizaci\u00f3n de los ni\u00f1os, ni\u00f1as y adolescentes. <\/p>\n\n\n\n

Uno de estos efectos, quiz\u00e1 el m\u00e1s preocupante, es el aumento del abandono escolar: en 2020 el Banco Interamericano de Desarrollo estim\u00f3 que 1,2 millones de ni\u00f1os, ni\u00f1as y adolescentes en Am\u00e9rica Latina y el Caribe podr\u00edan abandonar sus estudios como consecuencia directa de la pandemia. El 90% de ellos son estudiantes de la educaci\u00f3n secundaria, lo que significar\u00eda un retroceso en el acceso a ese nivel educativo de casi una d\u00e9cada en el grupo de j\u00f3venes de 15 a 17 a\u00f1os. El aumento del abandono escolar se explicar\u00eda principalmente a partir de la p\u00e9rdida de los aprendizajes de los estudiantes, especialmente de los grupos m\u00e1s vulnerables, y por un deterioro de la situaci\u00f3n socioecon\u00f3mica de las familias que podr\u00eda resultar en una mayor participaci\u00f3n de los adolescentes en el mercado de trabajo en detrimento de la asistencia a la escuela. Esta proyecci\u00f3n tambi\u00e9n impacta en la Argentina, donde incluso en 2021 hubo semanas en las que 9 de cada 10 estudiantes no asistieron a la escuela de manera presencial. En 2020, 4 de cada 10 estudiantes del secundario tuvieron una vinculaci\u00f3n d\u00e9bil con la escuela, caracterizada por, como m\u00e1ximo, dos actividades por semana sin devoluci\u00f3n del docente, o una sola actividad semanal con supervisi\u00f3n docente.<\/p>\n\n\n\n

Sumado a esto, el tiempo que los adolescentes dedican al trabajo aument\u00f3 desde el inicio de la pandemia, ya sea en el hogar o fuera de \u00e9l, debido a la p\u00e9rdida de ingresos de los hogares, y tambi\u00e9n se ha deteriorado su salud psicol\u00f3gica. Este escenario refuerza la necesidad de implementar acciones para apoyar la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo, reinsertar a aquellos que hayan abandonado sus estudios y garantizar la terminalidad del nivel secundario. Los sistemas de alerta temprana (SAT) para la prevenci\u00f3n del abandono escolar son una de las acciones m\u00e1s recomendadas por organismos especializados para proteger las trayectorias escolares. Se trata de una herramienta vinculada a los sistemas de informaci\u00f3n educativa para identificar a los estudiantes en riesgo de abandonar la escuela. Se basa en la presencia de factores espec\u00edficos que contribuyen o anticipan al abandono. Esta identificaci\u00f3n permite organizar acciones para apoyar la permanencia en la escuela mediante estrategias e intervenciones para atender problem\u00e1ticas espec\u00edficas. En Argentina hay algunos desarrollos incipientes de modelos de SAT, en las provincias de Mendoza y Entre R\u00edos. <\/p>\n\n\n\n

Su implementaci\u00f3n requiere acelerar la consolidaci\u00f3n de los sistemas de informaci\u00f3n para la gesti\u00f3n educativa a nivel nacional y de las jurisdicciones, para que reporten datos de calidad a nivel del estudiante, con registros individualizados y digitalizados. El desarrollo de estos sistemas demanda, de manera paralela, el dise\u00f1o y acuerdo sobre un marco s\u00f3lido de protecci\u00f3n de los datos personales y estrategias de interconexi\u00f3n y aprovechamiento de otros sistemas de informaci\u00f3n, por fuera del sector educativo. Resulta necesario entonces que este sea un tema relevante en la agenda de toda la dirigencia pol\u00edtica.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Una de las medidas tomadas por la mayor\u00eda de los gobiernos para reducir la circulaci\u00f3n del COVID-19 fue…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":8389,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[7],"tags":[1131,527],"acf":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8513"}],"collection":[{"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=8513"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8513\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":8515,"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/8513\/revisions\/8515"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/media\/8389"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=8513"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=8513"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/lapalabradeberazategui.com.ar\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=8513"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}