El conflicto se había iniciado a fines de enero cuando las cámaras empresarias que agrupan a estaciones de servicio de todo el país iniciaron encuentros para definir si seguían aceptando el pago de los combustibles con tarjeta de crédito.

La preocupación se disparó porque con los pagos con tarjeta de crédito deben esperar entre 10 y 15 días para que se les reintegren el dinero. «Y ese plazo debería ser de 48 horas», dijeron entonces. En forma simultánea la compañía líder, YPF, informó que su red de 1.600 estaciones de servicio continuará aceptando pagos con tarjeta de crédito y forzó que se sostenga el sistema de pagos con plásticos y se analicen opciones.

Los estacioneros exigen que el plazo máximo de acreditación de los pagos no supere las 48 horas, como sucede en países como Brasil, Chile o Uruguay, así como también una reducción en las comisiones, que hoy están entre 1,5% y 1,8%, mientras que en los países limítrofes es del 0,5%.

Advierten que las comisiones que deben pagar tienen un precio muy elevado y que, al mismo tiempo, los pagos tardan en acreditarse, lo que les genera una pérdida de dinero a las empresas.

En ese sentido, el objetivo de los estacioneros es lograr la modificación de la ley 25.065, que permita establecer definitivamente como tope ese 0,5% del arancel para las operaciones de pago con tarjetas de crédito, cualquiera sea el banco o la entidad emisora, y que la acreditación se reduzcan a 48/72 horas.

Si no se resuelve esta situación, las estaciones de servicio pretenden que se deje de abonar con tarjetas de crédito.