El pasado 3 de mayo falleció Jorge Almerares, eximio violonchelista y docente que dejó una profunda huella en la Escuela de Música de Berazategui, donde formó a generaciones de músicos y marcó con su impronta a cada uno de sus alumnos.

Jorge fue integrante y fundador del prestigioso Cuarteto de Cuerdas Almerares, un conjunto que brilló en los escenarios nacionales e internacionales. Su trayectoria fue acompañada por músicos de excelencia y su legado incluye reconocimientos como el Premio Konex de Platino 1999 y el Premio Konex 1989, ambos en la categoría Conjunto de Cámara de hasta seis integrantes.

El Cuarteto Almerares fue creado en noviembre de 1972 en La Plata. Estaba conformado por Héctor y Francisco Almerares en violines, Guillermo Jakubowicz (1972-2008) y, actualmente, Alejandro Almerares en viola, y Jorge en violonchelo. Desde 1973, sus miembros se dedicaron al estudio y perfeccionamiento de obras de compositores argentinos y extranjeros. En 1976 se incorporaron como elenco estable del Teatro Argentino de La Plata.

Durante su extensa trayectoria, ofrecieron conciertos en el Teatro Colón, el Teatro Nacional Cervantes y en escenarios de Europa, Latinoamérica y la ex Unión Soviética, siempre con elogios tanto del público como de la crítica especializada.

Su primera presentación en Berazategui fue en 1978 en el auditorio del Centro Cultural Rigolleau. Años más tarde, en septiembre de 2003, volvieron a presentarse allí durante la Tercera Exposición de Instrumentos Musicales y Lutería.

Además de sus logros como intérprete, Jorge fue un formador incansable. Muchos de sus exalumnos hoy se destacan entre los mejores violonchelistas del país. La música también fue un sello familiar: hijos y sobrinos del maestro Almerares brillan en diferentes disciplinas artísticas.

Con su partida, el mundo de la música argentina pierde a un referente y a un formador comprometido, pero su legado sigue vivo en cada escenario donde su obra resuene.

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