Además, rogaron «a quienes poseen mayores responsabilidades que tengan la grandeza de pensar en el sufrimiento de muchos, más que en los intereses mezquinos». Asi lo señalaron en un crudo mensaje ante una de las crisis más grandes del país.
Los obispos lamentaron «el estado de un país como Argentina, en el que se ha impuesto la desilusión y el desencanto por los sueños rotos y las promesas incumplidas; el miedo a salir a la calle por la violencia y la agresión generalizada», mientras lanzaron una dramática pregunta a todos los ciudadanos: «¿Qué hemos hecho con nuestra patria».
«Día tras día vemos un pueblo que sufre», expresaron. «Pesa también la falta de un horizonte claro para nuestros hijos. Angustia sentir que es cada vez más difícil poner el pan en la mesa, cuidar la salud, imaginar un futuro para los jóvenes. Se suman el miedo a salir a la calle, la violencia y la agresión generalizada. Se hace sentir cada vez más la pérdida de los valores que sostenían la vida familiar y social».
«Nos duele en el alma la deserción de los chicos del colegio, las aulas reemplazadas por una esquina o un rincón peligroso a la vista de madres impotentes. Volvemos a olvidar que la mejor política de seguridad es la educación», advirtieron los religiosos. Y agregaron: «No pretendemos ser expertos en diagnósticos, sólo recogemos el lamento y las lágrimas de la gente que nos encontramos en nuestros pueblos y barrios. ¿Qué hicimos de nuestra patria? A cuarenta años de la recuperación de la democracia vemos con dolor cuánto desaprovechamos las posibilidades que teníamos de construir una Argentina pujante y feliz».
Luego precisaron: «la bronca y el cansancio no son buenos consejeros. Invitamos con fervor a seguir confiando en el camino democrático con la esperanza de que estamos a tiempo. Siempre es posible renacer si lo hacemos entre todos. Siempre hay camino si somos capaces de conversar y de ponernos la patria al hombro. Este es un deseo que no sabe de grietas o partidos, es de un pueblo».
Y reclamaron: «Por eso pedimos, rogamos a quienes poseen mayores responsabilidades que tengan la grandeza de pensar en el sufrimiento de muchos, más que en los intereses mezquinos. La gente necesita recibir propuestas concretas y realistas más que soluciones tan seductoras como inconsistentes. También espera que se sienten a escucharse y a discutir con respeto hasta encontrar puntos en común. Ansía caminar hacia un proyecto estratégico de desarrollo, que abra un horizonte de esperanza, dignidad, paz social, trabajo y prosperidad, privilegiando a los tirados al borde del camino».
El mensaje fue titulado «A 40 años de la recuperación de la democracia renovamos la esperanza», y difundido la semana pasada luego de la asamblea plenaria del Episcopado, reunido en la Casa de Retiros «El Cenáculo» de la localidad de Pilar, encabezados por su titular, el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea.
El mensaje episcopal resultó de la asamblea plenaria de 97 obispos de todo el país, a los que se suman como invitados 41 obispos eméritos, 1 obispo electo y el nuncio apostólico Miroslaw Adamczyk.
05. 05. 2023
Religión.
Advertencia de la Iglesia por la crisis actual
Un gran número de obispos argentinos reunidos en la 122° Conferencia Episcopal Argentina pidieron que en todas las diócesis del país visiten los barrios populares.
Hacé tu comentario