Al igual que otros sectores que dependen de la administración pública nacional, las universidades ya comienzan a comunicar sus primeros signos de alerta. El gobierno decidió prorrogar el presupuesto de 2023 para este año y según lo estimado a partir de la inflación de los últimos meses- 25,5 por ciento en diciembre y 20 por ciento en enero-, podrán funcionar, con suerte, hasta abril o mayo, ya que a partir de ese momento ya no estarán en condiciones de cumplir con funciones básicas.
Otro de los problemas es que tampoco hay muchos avances en materia de paritarias para docentes y trabajadores no docentes y, bajo esta premisa, algunas universidades optan por poner en marcha estrategias de recorte de la oferta académica para reducir gastos, mientras que otras, de manera más rotunda, ponen en duda el inicio del ciclo lectivo.
La Universidad de Buenos Aires, a través de su Consejo Superior, expresó su “extrema preocupación”. Así, por intermedio de una declaración, las autoridades difundieron: “Se solicitará al Gobierno Nacional que disponga de un presupuesto actualizado para el presente año que garantice la continuidad de sus funciones académicas, de investigación, salud y extensión, además de la actualización de las partidas vinculadas a paritarias docente y no docente”.
La Universidad Nacional de Quilmes, por su parte, va un paso más allá y en los próximos días podría declarar la emergencia económica.
Uno de los nudos más sensibles se vincula con la paritaria y el objetivo que tienen las casas de estudio de recomponer el poder adquisitivo de los trabajadores. En principio se ofreció un 6 por ciento de incremento para febrero y fue rechazado por el Frente Sindical Universitario, que nuclea a los principales gremios del sector.
Desde las agrupaciones comunicaron: «La pérdida del poder adquisitivo del salario de docentes y no docentes es de más del 50 por ciento respecto de la inflación de los meses de diciembre y enero», advirtieron. Y completaron: «Lo mínimo que reclamamos es que nuestros salarios no pierdan respecto de la inflación; la propuesta del Gobierno está muy lejos de esa equiparación».
Hay que tener en cuenta que, de no modificarse la situación presupuestaria, difícilmente las universidades puedan seguir con sus funciones de educación, investigación y extensión. Más allá de las diversas manifestaciones de preocupación ante un presente penoso y un porvenir aún más oscuro, hay algunas instituciones que ya se han visto obligadas a adoptar medidas. La UNQ hace unos días comunicó a sus estudiantes: “que el Gobierno Nacional decidió prorrogar el presupuesto de 2023 y no enviar al Congreso un presupuesto para 2024. Esa falta de actualización significa una fuerte reducción de los recursos necesarios para el normal funcionamiento de las universidades. Como consecuencia del congelamiento presupuestario, una parte de la oferta académica de grado y pregrado se adecuará a las posibilidades presupuestarias actuales. Ya no será posible costear cursos adicionales y contratos de docentes extra”.
Como resultado, en los próximos períodos de inscripción a materias se establecen nuevos topes: en la modalidad presencial, por caso, los alumnos podrán anotarse en dos materias y se habilitará la inscripción a una tercera en una fecha prevista de manera específica. Desde la UNQUI advierten: “Lamentamos tener que adoptar estas medidas, y exhortamos, una vez más, a las autoridades nacionales a revertir estas decisiones en el menor tiempo posible”.
El presupuesto universitario tiene dos grandes rubros: lo que se usa para pagar salarios, que en las distintas universidades equivale a entre un 65% (cuando tienen una economía ordenada) y un 90% del total –detalla el virólogo Mario Lozano, ex rector de la UNQUI– lo que queda por fuera de los salarios y está estipulado en el proyecto de la Ley de Presupuesto Nacional, es para funcionamiento. Eso incluye todo lo que hay que abonar, desde alquiler, equipamiento, laboratorios, computadoras o muebles, hasta becas, contratos, servicios. Esa parte en general es la que más sufre cuando hay ajustes”.
]]>De esta manera, se suspendió transitoriamente la nueva organización y las mismas empezaron el ciclo lectivo con jornada simple, como venían funcionando. Desde la Secretaría de Asuntos de Berazategui compartieron en las últimas horas un listado que enumera las escuelas que debieron, postergar la implementación de la jornada completa hasta nuevo aviso, siete en total.
Por otro lado, la resolución 259/2024, que lleva la firma del titular del área, Alberto Sileoni, habla de una “suspensión transitoria” sujeta a que “Tesorería General de la Nación realice las correspondientes transferencias de los fondos comprometidos” en el marco del programa “Hacia la universalización de la jornada completa a extendida”.
El listado general donde se detallan las 60 escuelas que habían rearmado su funcionamiento para un sistema de horario corrido, de ocho horas y comedor incluido, debieron readecuar toda su dinámica al histórico modelo de turno mañana y turno tarde, con cuatro o cinco horas de clase, según el caso.
Llama la atención que Berazategui sea uno de los más afectados, ya que habría siete escuelas que sufrirán el recorte. Los colegios primarios afectados serían el 15, 17, 28, 29, 37, 43 y el 47.
La decisión se definió a través de la resolución 259/2024 y fue informada por la Dirección General de Cultura y Educación provincial mediante un comunicado.
“Hubo padres que tuvieron que retirarlos y llevarlos a otra escuela porque ya habían organizado su vida laboral en función al horario extendido”, detallaron las autoridades.
En Berazategui la noticia generó mucho malestar e incertidumbre. “Yo cambié mi horario de trabajo para poder traer a mi hija a la escuela”, explicó en la puerta de la Escuela de Educación Primaria N°29 una mamá. Es que ella trabaja en Puerto Madero y no llega a buscarla. “La jornada completa me resolvía mucho. Ahora tengo que llegar tarde a mi empleo y ver quién me ayuda a la salida”, confió.
Hasta el año pasado, los niños de los últimos años de esa institución cursaban de 13 a 17. Según les habían asegurado a los padres a fin de año, este ciclo lectivo las clases iban a extenderse entre las 8 y las 16. El miércoles pasado, sin embargo, luego de una reunión que organizó la escuela todo cambió. “Dijeron que falta una firma de Nación”, contó otra mamá de una alumna de cuarto grado. “No se sabe todavía qué va a pasar”, indicó.
“Tuvimos que cambiar todo e incluso toda la carga horaria”, dijo el vicedirector de un establecimiento local que prefirió no identificarse. Tal como indicó, la vuelta a la jornada simple requería del cambio de contenidos de cada hora. “Algunos docentes se quedaron con un cargo, otros debieron buscar adicionales en otras escuelas y las familias debieron adaptarse”. La incertidumbre respecto de lo que pasará en las próximas semanas es lo que más les preocupa a todos: “Necesitamos que se defina esto, tienen que definir para adelante si va a ser finalmente jornada simple o extendida”, precisaron.
]]>Los valores en el conurbano bonaerense pueden acercarse a los siguientes:
Chomba: $16.000 Remera: $9400 Buzo: $15.300 Pantalón frisa: $16.800 Pantalón pollera: $11.600 Campera: $21.000 Total: $90.100. Si se le suma un par de medias y zapatos, el ticket alcanza los $134.150.
Desde La Palabra visitamos locales de indumentaria que se dedican a vender uniformes escolares.
En primer lugar, Liliana, del negocio “Ilusiones”, sostuvo “está claro que subió la ropa escolar. Como todo. A los buzos acá los tenemos entre $10.000 y $13.000. Igual depende el talle. Lo mismo con las remeras que cuestan entre $6.000 y $9.000. Después vendemos chombas a partir de los $10.000”.
Por su parte, Cecilia, de la “Ropería Leonardo”, comento “me parece alrededor de un 100% aumentaron con respecto al año pasado. Por ahí una chomba que estaba a $8.000 hace un año, hoy está a $16.000”.
Mientras que desde la tienda “Hora Libre”, manifestaron que “retocaron los precios de un año al otro en un 60% o 70% y que los buzos de talle estándar para alumno de secundaria cuestan $16.000 y las remeras llegan a $12.000”.
]]>En los considerandos de la decisión, el Gobierno justifica la medida argumentando que “la República Argentina se encuentra atravesando una situación de inédita gravedad, generadora de profundos desequilibrios que impactan negativamente en toda la población, en especial en lo social y económico”.
En ese marco, señala que «el objetivo de la Asignación por Ayuda Escolar Anual para la educación inicial, general básica y polimodal es contribuir con los gastos que se realizan con motivo del inicio del ciclo lectivo de los niños y adolescentes a establecimientos de educación inicial, primaria y secundaria».
Para recibir el aporte las familias deben presentar ante Anses el certificado de que sus hijos, de entre 45 días y 17 años inclusive, concurrieron a la escuela durante 2023 y lo cobrarán de forma automática junto con el calendario habitual de pago de las asignaciones.
Para acreditar la escolaridad se tiene que presentar un certificado que puede hacerse a través de la web del organismo o de la app del celular Mi Anses.
-En primer lugar, entrar a mi Anses desde la web o la app, seleccionar hijos y presentar certificado escolar para obtener el formulario para cada hijo.
-El segundo paso es elegir la opción generar certificado, completar los datos requeridos y seleccionar generar, luego imprimir el certificado y llevarlo a la institución escolar para que lo completen y firmen.
-Por último, ingresar nuevamente a mi Anses, seleccionar hijos, luego presentar certificado escolar, elegir subir certificado y cargar la foto del formulario completo y firmado desde el celular o computadora.
Hay que destacar que el beneficio no tendrá límite de edad para aquellas familias que tengan hijos con discapacidad que reciban educación especial, concurran a talleres protegidos, centros de rehabilitación o que cuenten con el apoyo de maestros particulares matriculados.
]]>En diciembre ya se vio una fuerte migración de alumnos de escuelas mas caras o otras con menos cargas horarias y con subvención que permita pagar menos, en definitiva para que el bolsillo no duela tanto.
El problema fundamentalmente se da en los primeros años. Hubo muy pocas vacantes y en muchos casos se llenan con los hermanos de quienes están cursando los años superiores.
Diferentes cámaras y entidades que nuclean instituciones educativas de gestión privada estiman que para el inicio del ciclo lectivo 2024, habrá aumentos de entre un 30 y un 50 por ciento en las cuotas.
El secretario ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba), Martín Zurita, afirmó que «ya hay un aumento autorizado por el gobierno para las escuelas con aporte estatal que es del 30% a partir de marzo de 2024». Y advirtió que, «como la incidencia directa es la del salario docente, el 80% y 90%, ya hay un pedido de convocatoria a paritarias del Frente Gremial Docente Bonaerense y en el último acuerdo paritario que firmó el gobernador Axel Kicillof hay un punto que dice que se volverían a reunir en diciembre, con lo cual si se reúnen es probable que, si se da un nuevo aumento salarial, se tenga que hablar de más del 30%».
Zurita detalló que «las escuelas con 100% de aportes estatales pueden partir sus cuotas de $ 25.000 a $ 50.000, dependiendo si tienen materias extraprogramáticas o no», y si no tiene ninguna actividad extra oscile «entre $ 20.000 y $ 25.000». Y agregó: «Ahora, si la escuela agrega materias extraprogramáticas, más horas, puede cobrar hasta el doble de eso», comentó el dirigente de Aiepba, y remarcó que si el colegio tiene menos aporte, «por ejemplo el 50%, pueden cobrar entre $ 50.000 y $ 100.000», graficó.
En tanto, el secretario de la Junta Coordinadora de Asociaciones de Enseñanza Privada (Coordiep), Norberto Baloira, aseveró: «Estamos atravesando una etapa en la que todos los meses ha habido dos paritarias, la nacional, que fijó un valor por debajo del cual no se puede fijar otro, y la local, sobre la cual cada jurisdicción fijó otro valor, y esto ha hecho que todos los meses se haya tenido que ir aumentando el arancel, algo que no ocurría antes cuando cada tres o seis meses podía haber un reajuste».
«Entonces todo va dependiendo no sólo de la voluntad de los colegios, sino de lo que vaya pasando con las paritarias, puesto que los colegios privados tienen equiparado el salario al colegio público, de manera que cuando hay paritaria docente, ya sea pública, es lo mismo para privada», resaltó. Y ante esta situación, dijo que «lamentablemente se está viendo que hay familias a las que se les hace muy difícil, sobre todo las que tienen más de un chico».
«El colegio no quiere perder al alumno, pero tiene la obligación de cumplir con el pago de su personal», puntualizó Baloira, para lo cual afirmó que desde Coordiep «cada colegio va a recibir a cada familia que le plantee la situación y el problema para buscar fórmulas de becas o de diferir pagos».
El secretario general de la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (Adeepra) y de la Confederación Argentina de Instituciones Educativas Privadas (Caiep), Perpetuo Lentijo, aseguró que los colegios que nuclean esas cámaras «en general tienen aranceles controlados porque las escuelas con aporte estatal tienen topes arancelarios en todas las jurisdicciones y eso marca la evolución de los aumentos que marchan en forma paralela o consecuente a las paritarias docentes». Y advirtió: «Lo que se ha comunicado ahora a los padres por estos días son los valores de las cuotas de marzo que tienen en un promedio un incremento del 30% sobre las cuotas de diciembre en ciudad y provincia de Buenos Aires». Mientras que «en los casos de las escuelas sin aporte, en algunos casos, el incremento anunciado ha sido mayor porque haciendo la proyección en función de los índices inflacionarios y dado que estas escuelas no tienen ningún apoyo del Estado en algunos casos la proyección de la cuota de marzo les dio por encima de este tope», se explayó.
«Confiamos en que el ritmo inflacionario permita mantener estos valores, pero en la medida que se siga acelerando no sé si llegaremos, porque si sigue habiendo acuerdos paritarios e incremento de salarios probablemente este porcentaje no alcance», puntualizó el dirigente de Adeepra y Caiep.
El desequilibrio entre los salarios docentes, que aumentan por encima de la inflación, y los autorizados incrementos en los aranceles, que se sitúan por debajo de esta, agudizaron la problemática. Según la Aiepba, entre diciembre de 2021 y octubre pasado, los sueldos docentes aumentaron un 334%, mientras que las cuotas lo hicieron en apenas un 268%, en un contexto de inflación general del 311%.
En una entrevista con La Palabra, Daniel, administrativo de un colegio privado en Berazategui, comentó: «Históricamente, siempre hay un porcentaje de atraso en el pago de cuotas. Este año sí es cierto que se incrementó ese porcentaje de morosidad más o menos en un 25%». Además, destacó que los aumentos fueron significativos, superando el 100% interanual.
Respecto a la migración de estudiantes de escuelas privadas a públicas, afirmó: «Sí, hay movimientos de ese tipo. Nosotros somos una de las escuelas más económicas de la zona, y lo que suele pasar es que algunos se trasladan a escuelas estatales y otros, provenientes de colegios más costosos, solicitan traslados a colegios privados más asequibles».
«En este momento se están abonando las matrículas para la inscripción del próximo año. En el jardín, observamos una disminución en el número de inscripciones en comparación con años anteriores. Este año tenemos una sala menos que el año pasado. Respecto al resto de los niveles, por el momento se mantiene la cantidad de matrículas», concluyó.
]]>La prueba «Aprender Censal 2023» forma parte del Plan Nacional de Evaluación Educativa 2023-2024, aprobado por el Consejo Federal de Educación (CFE). Además de evaluar el conocimiento de los estudiantes, se aplicaron cuestionarios complementarios a directivos y estudiantes para recopilar información sobre las condiciones de enseñanza y aprendizaje en la educación primaria. También se investigaron otros aspectos, como el uso de los materiales didácticos proporcionados por el programa «Libros Para Aprender».
Una de las características de estas pruebas fue la inclusión de preguntas abiertas o de construcción en Lengua y Matemática, que desafiaron a los estudiantes a elaborar y desarrollar sus respuestas sobre los contenidos aprendidos en el aula.
Las Pruebas Aprender 2023 son también relevantes debido a la pandemia y su impacto en la educación. Permitirán tener una trazabilidad precisa sobre los efectos reales de la pandemia y los efectos de la postpandemia con el regreso a la presencialidad en las aulas. Los resultados de las pruebas se esperan entre noviembre y diciembre de este año.
Desde el Ministerio de Educación, a través de un comunicado de prensa, explicaron que estas pruebas «contribuyen al diagnóstico del sistema educativo, promueven procesos de reflexión al interior de las escuelas, generan evidencia para la toma de decisiones y enriquecen el debate público de todos los actores involucrados en el quehacer escolar».
Cada escuela del país recibirá un informe estadístico y pedagógico que detallará el desempeño de la institución en la prueba, junto con recomendaciones pedagógicas de acciones a desarrollar. Esto permitirá a los diferentes colegios y educadores identificar áreas de mejora y trabajar sobre una educación de calidad.
Estas evaluaciones buscarán el fortalecimiento de la educación en Argentina y la búsqueda de mejorar la calidad educativa en beneficio tanto de los estudiantes como del sistema en conjunto.
]]>Esta acción en el Nivel Inicial impactará en 2.050 jardines de infantes mediante la realización de talleres de alfabetización en Sala de 5 años, que les permitirá una enseñanza intensificada a los alumnos que no hayan alcanzado los contenidos definidos en el Diseño Curricular para ingresar al nivel primario.
Por otro lado, en el nivel Primario la resolución alcanzará a 750 escuelas de jornada simple o con quinta hora, que cuentan con más cantidad de estudiantes de 3° año que repitieron en 2022 y no manifestaron avances en el transcurso de este ciclo lectivo. También es para estudiantes de 2° año que no mostraron progresos en lectura y escritura durante esta primera etapa del año.
Estas acciones estarán a cargo de equipos docentes alfabetizadores que trabajarán con grupos de no más de 10 chicos, dos veces por semana, en espacios físicos y horarios fijos.
En tanto, para la educación secundaria, el Programa llegará a 2.400 escuelas orientadas, técnicas, agrarias y especializadas en arte y contempla dos líneas de acción: la primera es la asignación de cargos de Coordinación Institucional de Trayectorias Educativas para docentes que realizarán un acompañamiento integral a estudiantes con alta vulnerabilidad en sus trayectorias pedagógicas, y la segunda corresponde al período de intensificación de la enseñanza que implica la asignación adicional de horas de trabajo docente para llevar adelante clases y talleres en materias o áreas específicas, a contraturno de la jornada habitual y los sábados.
Estos Programas alcanzan a 5.200 establecimientos a los que asisten 1,93 millones de estudiantes, que representan el 71,4% de la matrícula total de gestión estatal que asiste a los niveles obligatorios. La inversión total de los tres programas será de $4.622 millones.
La iniciativa se suma a las políticas que se desarrollan para fortalecer el sistema educativo actual.
Para el resto de los alumnos que no necesitan esta etapa de profundización, las clases terminan antes, ya que, en Argentina, cada provincia tiene la autonomía de determinar las fechas del calendario escolar, incluido el final del ciclo lectivo. Por ejemplo, Jujuy será la primera provincia en concluir el ciclo lectivo 2023. Los jujeños finalizaran el 14 de diciembre, dando inicio a sus vacaciones de verano. Por otro lado, la provincia de Buenos Aires será la última en finalizar el ciclo lectivo. Los alumnos bonaerenses tendrán clases hasta el 26 de diciembre, un día después de Navidad, lo cual es bastante inusual. Con un ciclo lectivo de 190 días en total este año las clases para los alumnos que cursan en provincia empezaron el miércoles 1 de marzo.
Por otra parte, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las clases culminarán el 22 de diciembre, un poco antes que en la provincia, pero aún en plena temporada navideña.
]]>Uno de los problemas más inquietantes para los profesores del programa es la inestabilidad en los pagos de sus sueldos. Según relató una de las docentes a La Palabra, en algunos casos han tenido que esperar varios meses para recibir lo adeudado, lo que ha afectado su estabilidad financiera y generó frustración e incertidumbre respecto a su continuidad en el programa. «Nuestra universidad tiene todo en regla, ha presentado los documentos en tiempo y forma, y posee docentes que están muy involucrados con el tema de los cursos, pero no estamos recibiendo nuestro sueldo. Algunos se van a dar de baja por esta especie de manoseo, pero es estar bancando económicamente un laburo cuando a vos después te van a pagar lo mismo 4, 5, o 6 meses después, donde ya la inflación se comió lo que dijeron que nos iban a abonar», expresó.
Por otro lado, la falta de respuesta y participación activa por parte de los estudiantes en las clases quedó en evidencia y es por eso que la educadora soltó: ”Yo hay clases que las he terminado al borde del llanto, por así decir, con esa impotencia de decir me estoy desviviendo por ustedes, respondan, lo único que estoy pidiendo es que me respondan sí o no. Es una pregunta por sí o no, no te voy a aprobar ni desaprobar, ni te voy a juzgar, y eso te desgana”. Son varios los docentes capacitados y experimentados que han expresado sentirse desalentados y emocionalmente afectados por la falta de compromiso de los estudiantes. “Del 100% que se inscriben, después terminan la cursada solo el 20%”, añadió la docente.